Descanso después del viaje...

Maldita sea April, ¿Cómo mierda se le ocurre enviarme por el idiota de Damien?
Cómo si ese imbécil me fuera a hacer caso y claro, para peor, Dante no está, ¿Cómo
espera que haga mi trabajo?

Me gustaría al menos poder ver a alguno, Asuka... April esta verdaderamente
enojada con ella, se suponía que tenía una semana para llevarlos devuelta, pero
vaya que el imbécil de Damien es duro de cabeza, si no quiere irse no se irá, no
entiendo cual es el placer de acostarse con humanas, es mucho mejor con las que
si lo saben hacer y soportan las bestialidades de los demonios, ¿Y yo?, pues soy
mucho peor que demonio cualquiera en la cama. se mitad vampiro es realmente
beneficio cuando se trata de cosas tan placenteras cómo el sexo.

- Sólo una es la única que se me ah escapado siempre...- Asuka siempre se me ah
escapado, solo por amar al imbécil, hijo de puta de Damien.

Buscaba a Damien, mi demonio interne deseaba pedirle perdon, necesito encontrar el equilibrio, no puedo vivir toda mi vida así, amo a Damien y lo odio con todo mi corazón, estoy cansada de tener el gemini syndrome. Me pasee por los pasillos y vi la puerta del salón de amatista, buen nombre el que le puso Alisa, después de todo los ojos de los demonios son del color de una piedra de Amatista.
Mi lado de ángel pedía a gritos estar junto a Damien, pero ahora me encontraba neutral y prefiero estar así, me gusta sentirme de esa forma. Tranquila...
Entre al salón, en el se encontraba SETH! tanto tiempo sin verlo, que hace él aquí?! debe ser que April esta molesta por no haber hecho bien la misión... Estoy muerta...

-Hola Seth, me pregunto que haces aquí...
Le sonreí, él me agradaba, pero a la vez una parte de mi se quería alejar.

Voltee y ahí estaba, mi tentación más grande y la intocable.

- ¿Enserio no sabes que me trae por aquí Asuka? - Pregunté riendo un poco, debe saberlo, después
de todo es una de las que mejor conoce a April cuando se enoja.

- Supongo que debes intuir que April está enojada y quiere a Damien ahí abajo de inmediato,
cómo ella dijo textualmente " O lo traes o lo castro... y de pasadita a Dante también", cómo debes
saber, tengo que velar por la hombría de mi sobrino favorito - Dije riendo, en verdad que estar
con Asuka me traía una extraña y fuerte atracción hacía ella, pero es no importa, Damien es su
mundo y aunque nunca lo admitiré frente a ella, ella misma es el mio.

Sonreí al escuchar que quería proteger al bastardo que tanto odio, pero me alegra saber que su amor hacía él es tan fuerte que viene hasta aquí a buscarlo.

-Me paso por la cabeza, pero nunca pensé que estaría tan enojada. De todos modos aquí Alisa es muy amable con todos, así que no tendras problemas. Y bueno Damien no creo que quiera irse si esta algo enganchado de una humana y bueno Dante esta enamorado de Selinne.
Sonreí al terminar de decirlo, la verdad era lo único que me agradaba de Dante, ese amor inmenso que tenía para Selinne, que me hacía dudar si es que él es un demonio completo. Pero se que el amor cambia a las personas.
Suspire y lo mire.

-Aún sigues cantando tan maravillosamente!
Dije alegre, esperando escuchar alguna de sus canciones.

Sonreí, con que engatusado por una humana... este si que nunca cambia... Un momento,
Selinne... ¿Selinne Skyblood?, ¿La hija del puro arcángel ese? O por mil demonios, hijo de Zafina
tenía que ser este chico.

- ¿Selinne Skyblood, la hija de Gabriel? - Pregunte enseguida, esa chiquilla estaba aquí y lo más
seguro es que ya es novia de mi campeón y eso quiere decir... que le ah quitado la virginidad a la
hija adorada del Arcángel favorito de Dios... ¿Pero en qué mierda piensa este tonto?

Asuka me preguntó por si sigo cantando, claro, tan melancólico cómo siempre, puro amor, así
es una forma de atraer al sexo débil, reí por lo absurdo de eso, ¿Sexo débil?, el que enserio crea
eso no ah visto a April de "Mal humor".

- Claro, cómo siempre melancólico, con mi típicas canciones romaticonas - Reí, un demonio
cantando canciones románticas, que patético, incluso la misma April me lo dice, "Seth, eres
patéticamente amoroso para tus canciones".

Me pregunto si me refería a Selinne Skyblood, pues si, ella es un amor de persona y creo que es la única Selinne que conosco.

-Si, Selinne Skyblood hija del arcángel y de la vampireza. -Sonreí con normalidad, luego dijo que seguía tan romantico para sus canciones. La verdad las recuerdo muy poco, en esos tiempos seguía a Damien, lo buscaba en portales para verlo, entonces nunca le tome mucha atención.
Es algo de lo que me arrepentiré toda la vida.
Lo mire y mis ojos se volvieron morados. Que lindo es Seth, sobre todo su voz, es algo que hace caer a cualquiera. Le sonreí, con tranquilidad.

-Me podrías cantar una canción?
Suspire.

Vaya entonces si es así, mi sobrinito por lo que veo es un estúpido masoquista.

- Claro, te cantaré una... - Le sonreí tomando mi guitarra - No te rías eso sí... - Comencé a tocar
y cómo siempre, salió una canción nueva para mi, ya eh inventado un montón de la nada...

-Aléjate de mi hazlo pronto antes de que te mienta...- Vaya, es cómo si le estuviese hablando a
ella - Tu cielo se hace gris yo ya camino bajo la tormenta...- En verdad puede ser que le hablé a
ella, perfectamente podría ser un ángel - Escapa ve, que ya no debo verte... entiende que
aunque pida que te vayas no quiero perderte...- Y así cante, cada estrofa, con sentimiento
incluido, en momentos cómo este, soy una vergüenza para cualquier Demonio o Vampiro.

Cerré mis ojos para oír en profundidad sus sentimientos, una mitad en mi corazón sabía que debía alejarme de él, pero la otra mitad disfrutaba mucho estar cerca de su presencia.
Aunque me cueste decirlo, mi demonio siempre sintió mucho por Seth, pero mi ángel esta tan loca por Damien, que ni siquiera razona.

-No vuelvas a decir que me burlare... Jamas lo haría cantas hermoso, fue una bella canción.
Le sonreí y lo mire directo a los ojos.

-Hace cuanto llegaste que no te había visto?

¿Hermosa canción? Tal vez... podría ser que haga música bella.

- No fue hace mucho, por lo menos debo llevar una hora aquí, ya hablé con Alisa, quiere
hacerme una bienvenida, acepte, su amabilidad no se puede rechazar fácilmente...- sonreí y
era cierto.

Me pregunto si con todos es igual, incluso con el mal nacido de Damien, ese hijo de puta que se
llevo a mi sobrino a violar ángeles, humanos y cualquier cosa que se moviera en la
tierra y que tuviera un buen "orificio" y un par de pechos, aveces lo odio tanto. Me fijé en los
labios de Asuka, rojos, muy bien delineados, me llamaban a besarlos, entregarle mi pasión
pero no, lamentablemente soy un caballero.

Seguía igual, me alegraba eso, es una buena persona, aunque claro eh oído de muchos que es muy cruel cuando se enoja. Bueno él es un Bloodline como yo, la verdad no se como es enojado y tampoco quiero buscar su enojo.
Me acerque a él y le toque la mejilla.

-Tu eres Bloodline de Demonio y vampiro? -Lo mire esperando su respuesta. Muchas veces me eh preguntado, que se sentira ser mordido por un vampiro, a mi nunca me han mordido, y tampoco es tarde para experimentar.
Le sonreí de una forma especial, creo que con eso es suficiente para que se de cuenta de mis intenciones.
Su piel es tan suave, deje mi mano sobre su mejilla un buen rato.

Sentí su mano en mi mejilla y eso me aceleró el ritmo cardíaco.

- Si lo soy...- Cerré los ojos, su es tan cálida contra mi mejilla, los volví a abrir, su rostro lleno
mi visión por completo, su belleza asiática me llamaba, sus labios se movían al compás de su
respiración, cómo siempre me estaba perdiendo en su belleza.

- Sólo tengo maldad en mi interior, lo único bueno es que hay dos formas muy buenas de
alimentarme, quitando almas y bebiendo sangre, la más deliciosa... no sabría decirlo, no eh
probado ninguna que me enloquezca...- Me aleje un poco de ella, si seguía tan cerca la besaría y
adiós contacto con ella.

No entiendo, por que se aleja de mi, quizás le desagrada mi presencia.
Lo mire al asimilar lo que dijo, así que no sabe, bueno a mi no me gusta mucho eso de las almas, pero la de Alisa es tan especial que me gusta buscarla, la otra que eh probado fue la de la chica de Damien, aun tengo el gusto a tristeza, me gustaría conocerla mejor y pedirle disculpas sinceras, no volveré a permitir que mi ángel me domine, por que no es un ángel bueno, es un ángel malo.

-Te molesta que este cerca de ti? -Fui directa y una llama de fuego se prendió en mis ojos, me estaba enojando el hecho de que este así conmigo sin conocerme tan bien.
Me acerque mucho a él, violando todo lo que se llama espació personal.

La miré estaba demasiado cerca de mi, ¿Es qué está chica no entiende?, traté de reprimirme,
pero no puedo hacerlo, tengo que decirle algo creíble para que se aleje de mi sola. Ya se...

- No eh bebido sangre en mucho tiempo... si te acercas mucho no podre contenerme y te
morderé, por eso me alejo...- Uf... al menos eso es creíble, pude pensar a tiempo, su aroma me
embriagaba, si mordiera su bellísimo cuello podría hacerla sentir en el mismo cielo, se ser
delicado cuando bebo sangre de una mujer, especialmente de una tan hermosa cómo lo es Asuka
pero luego de eso es muy posible que suelte su cuello solo para besarla con pasión, lujuria y
deseo.

Me sorprendí al oír su respuesta, no es eso lo que yo quiero.
Pero claro él no lee mis pensamientos, sonreí y me acerque a él.

-Por que no bebes la mía? -Quite el cabello de mi cuello y se lo mostré, como sera el sabor de mi sangre, son dos combinaciones muy distintas, demasiado.

-Si no te gusta, te daré permiso para que la botes al suelo!
Dije con torpeza la verdad es que pocos conocen ese lado mio y es el que siento mas cerca de mi.
Pero ahora me eh puesto mas "mala" y eh dejado de lado mi verdadera forma de ser. Espero recuperar la pronto, por que ni yo me soporto.

Está chica está loca, quiere tentarme, de verdad quiere tentarme...

- No me detendré muy rápido si lo hago Asuka...- Dije mirándola, ella debía estar al cien por
ciento segura de todo, no iba a dejarla sin sangre.

- Jamás botaría su sangre al piso, debe ser exquisita, combinación de un demonio y un ángel
están más que estrictamente prohibida y lo prohibido me atrae más que cualquier otra cosa-
solté sin pensar, ¿Qué hago si en verdad bebo su sangre?, estoy completamente seguro que me
volveré loco.

Sonreí al oír que lo prohibido lo atrae, vaya sabe como llamar a una mujer, como no me di cuenta antes, lo hace de forma natural, debe haber estado con tantas, su forma de cantar, es como Orfeo que hacía tranquilizar y caer a todos a sus pies.
Lo volví a mirar.

-No pierdes nada con probarla. -Si no la quiere de mi cuello entonces que la pruebe de mi muñeca, me pase la uña por la muñeca y así deje salir mi sangre, la puse en su boca rápidamente, ahora no puede escapar, tendrá que probarla le guste o no.

-Recuerda si no gustas de ella, puedes botarla...

Lamí su muñeca, millones de cosas eróticas pasaron por mi mente, pero no pude hacerlas, no
podía hacerlo aun no, mi lamida hizo que la herida se cerrara, cómo siempre pasa, la tomé de
la muñeca y la tire hacía mi sentándola en mi regazo. Me fui directo a su cuello y lo lamí.

- Prefiero está posición... es más cómodo para los dos...- Lamí un poco más de tiempo
su cuello sintiendo cómo se estremecía, mordí su cuello hundiendo mis colmillos, su sangre
entró a mi boca cómo un elixir exquisito, algo prohibido, que bebo y es solo para mi, pasaba mi
lengua por la piel que estaba bajo mis labios mientras su sangre me llenaba por completo,
siempre eh sido insaciable cuando bebo sangre, pero ella, ella me llamaba a pedir más, mucho
más y solamente de ella.

Lamió mi muñeca y luego me acerco hacía él, sentándome en sus piernas.
Me sorprendí al sentir que iba hacía mi cuello y me estremecí al sentir sus suaves lamidas, una extraña sensación lleno mi cuerpo en ese instante.
Sus colmillos cuando perforar mi cuello me obligaron a lanzar un gemido, pero extraño, no era de esos donde duele, eran de esos cuando te gusta.
Y no puedo mentir me encantaba la sensación que me llenaba lo que me estaba haciendo Seth.
Era algo... tan... como decirlo... Excitante.

-Te...te gusta... mi sangre? -Pregunte jadeante, no se si él atravez de sus colmillos dejaba entrar hacía mi cuerpo un veneno de pasión pero eso es lo que me estaba provocando y me estaba volviendo loca. Acaricie su cabello, es tan suave, me encanta.

Me separé de su cuello y lamí la sangre que escurría de él, deliciosa, verdaderamente deliciosa.

- Deliciosa... realmente tienes una sangre única - me dediqué a lamer su cuello, la sangre
brotaba sola y eso era mucha más excitante que cualquier otra cosa, mi mano descansaba en su
pierna, más específicamente en su muslo, cómo quería subirla un poco más y tocar lo que se
nadie a tocado antes.

Sus gemidos aun llegaban a mis oídos y sentirla estremecerse es algo que me vuelve loco, quería
desnudarla ahí mismo, recorrer su cuerpo con mis labios, sentir su excitación provocada solo
por mi, besarla y poseerla, cómo ningún otro a podido, ni podrá una vez que sea mía.

Mi sangre deseaba estar dentro de su cuerpo, por lo que salía sola de mi boca, sentirlo ahí, lamiendo mi cuello, me volvía a hacer estremecer. Mis gemidos arrancaban solos, estaba completamente a la disposición de Seth, era como si dejara que él hiciera conmigo lo que se le plazca, pero me gustaba mucho la sensación de tener sus colmillos dentro de mi piel.
Le abrace la cabeza para que se acercara mas a mi cuello.

- Muérdeme, por favor... Me... encanta... -Mi jadeante voz, dejaba claro mi gran deseo de tener sus colmillos en mi cuello, si simplemente estuviera así todo el tiempo.
Movía mis piernas de forma que apretara mi entrepierna, la excitación me llevaba.

Mordí nuevamente complaciendola, sus suplicas me volvían irracional, quería lanzarla y
hacerla mía en ese instante, mientras bebía su sangre mi mano se paseo por su muslo de arriba
a abajo, la excitación de tenerla para mi y solo para mi, la suavidad de su piel me encantaba,
no conocí a ninguna con una piel tan exquisita o un aroma tan único, tan puro, a pesar de
despertar el deseo morboso de cualquiera, mi lengua no podía dejar de acariciar ese pequeño
trozo de su piel que quedaba libre, sentir esa textura bajo mi lengua era exquisito.

Damien es un puto idiota, está chica es perfecta y el no la toma en cuenta...

Me mordió, Seth como te puedo explicar que me estas volviendo loca, no solo Asuka demonio quiere tus mordidas, algo de mi ángel lo esta disfrutando demasiado, me has envenenado.

-Aah~ -Gemí, sentir sus manos en mi muslo, me exaltaba, era tan especial, Seth es tan especial, como no lo note antes, acaricie su cuello y toque su cabello.
Separe mi cuello de sus colmillos, también tengo poder como para hacerlo, le tome el rostro y lo mire a los ojos.

-Como es que nunca me mordiste, me... me viste pequeña... Pudiste hacerlo...
Dije aun jadeante, mi pecho se movía al ritmo de mi corazón. Le volví a mirar los ojos, eran preciosos, no eran rojos, mas bien eran carmesí, carmesí en tono violeta. Que hermoso color.
Mire sus labios con mi sangre en ellos. Me pase la lengua por los mios, como se sentirá besarlo, quiero hacerlo. Tope mis labios con los suyos, fue una casta unión.

Me separó de ella y yo accedí, me miró a los ojos preguntadome porque no la había mordido
antes, alegando que yo la conocí desde que llegó al inframundo, pero no podía concertarme en
sus palabras, estaba extasiado, era magnifica, su fuerza me llamaba, me incitaba a domarla.

Unió sus labios con los míos, de forma demasiado casta diría yo, pero esa suavidad me embargó
por completo, no reprimí más mi deseo y lancé contra el sillón.

- No me acerque nunca a ti porque tu tienes ojos para otro...- Le dije acercándome nuevamente
a su boca, perfecta. La besé con pasión, metiendo mi lengua, reclamando la suya, el sabor único
de su boca con el sabor de su propia sangre me volvía irracional, mis manos se movían solas
recorriendo su bello cuerpo, la excitación corría por mi cuerpo cómo una bala, la deseaba más
que nada.

Después de unir mis labios con los de él me lanzo al sillón, no espere esa reacción en ningun momento, me dijo que no lo hizo por que yo tenía ojos para otro, a que se refiere, debe ser obvio, se refiere a Damien, por que hablo de eso, mi mente realmente estaba olvidando todo ese sentimiento, Seth, siempre has tenido loca a mi parte demoníaca, conquista al ángel y podre llegar a ser normal. Me sonroje al sentir como me besaba, como metía su lengua a mi boca y jugaba con ella, no evite hacer lo mismo, lo disfrutaba y mucho mas mientras el tocaba mi cuerpo, omitía los gemidos en medio del beso, me encanta Seth, como deseo que volvamos a hacer esto, otras millones de veces.

Me siento tan bien por el simple y vano hecho de que me haya correspondido el beso, su cuerpo
me pedía a gritos que lo tocara, que lo besara, que lo marcase cómo mio.
Llevé mis manos a su espalda bajando el cierre del vestido, lo baje por arriba sin despegarme de
sus labios, me separé un poco y los lamí... deliciosa.
Baje por su cuello hasta su pecho, mi lengua se paseaba por toda su tersa piel.

- Eres perfecta Asuka... hermosa...- Volví a subir mientras besaba su boca nuevamente y volví
a reclamar su lengua, mientras que mis manos acariciaban su pecho, desnudo.