You tried my Blood

Ayer se podría decir que fue un día confuso, extraño y lleno de problemas, partí con ir a buscar a una amable emperatriz, luego el castillo, seguido de Scott, para terminar traída a este lugar por un vampiro...
Suspire vaya problemas en los que me meto, toque mi mano, aun sentía los labios de Franco en ella, hoy era día de limpieza en el burdel, mamá estaba barriendo y las chicas se duchaban en el patio, como siempre yo debía cuidarlas, tenía mi revolver en la mano mientras ella jugaban a lanzarse agua, estaba acostumbrada a ver sus cuerpos desnudos, llenos de mordidas, algunos con moretones, pero todos con chupones. Pobres pero siempre las veía sonreír así que nunca me preocupe.
Cuando empezaron a secarse con las toallas aparecieron 5 hombres, pude notar que algunos estaban ebrios, no me gusta ser cruel así que les advertí que se fueran mientras me ponía al frente de las chicas para que no las toquen.
Cuando uno lanzo una piedra y boto el revolver que tenía en mis manos me distraje para recogerlo y las chicas corrieron a ocultarse como les mande.
Pero no me di cuenta que uno tenía una botella en su mano y la rompió en contra de mi hombro, caí al suelo arrodillada con el hombro ensangrentado. Tengo miedo, pero miedo a que le hagan daños a quienes estoy intentando proteger.
Otro se me lanzo encima, me queria violar... Pero que hago?... que puedo hacer?... estoy indefensa?

-SCOTT!!!
fue lo unico que grite.

Volaba por encima del pueblo, estaba cerca del burdel, ya estaba completamente relajado
después de botar unos cuantos árboles y construir una cabaña ya había satisfecho mi ira,
sobrevolé el burdel y vi a unos hombres sobre una chica, me quede encima viéndolo todo
cuando escuché su voz, Dominique, me llamaba, ¿Pero cómo?, baje en picada y con un leve
movimiento de mis alas expulse a todos esos hombre, estaba borrachos y si era ella, mis ojos
se inyectaron de rojo con rabia e irá, ayer no pude matar a nadie hoy si lo haría, tomé a
Dominique en brazos y ahí fue cuando me di cuenta que estaba sangrando y vi los pedazos de
botella en el piso, me contuve para no morder su hombro y beber toda la sangre que escurría
por él. La dejé en un lugar más seguro con todas las chicas del burdel y me di vuelta, los
borrachos hijos de puta ya estaban de pie, fui tomándolos uno por uno y rompiéndoles el cuello
con rapidez, al fin los deje a todos muertos y tirados en el piso, me acerque a Dominique y me
saqué la camisa rompiéndola para hacer una venda y la apreté con fuerza en su hombro.

- ¿Estás bien? - dije acariciándole el rostro, pero mi mirada se desvió a los restos de sangre
que quedaban en su brazo, no pude evitar lamerla, su sangre era exquisita, me contuve de
morderla y volví a mirarla a los ojos.

- Aquí es donde vives... ¿Verdad? - aun acariciaba su mejilla, sería por esto que me mentía
la primera vez que nos vimos, porque vive en el burdel...

Mientras sentía como me tocaban las piernas esos hombres y desgarraban mi vestido, sentí el viento y vi las bellas alas negras de Scott, realmente existen los ángeles guardianes, si es así el mio tiene nombre y ese es Scott Skyblood.
Me tomo en brazo y me dejo con las demás chicas que estaban apunto de tener un orgasmo por la emoción de ver tanta belleza como la de Scott.
Luego Scott los ataco y los vi caer uno por uno, me pregunto si los mato.
Por que no se movieron mas del suelo, Scott volvió a mi y rompió su camisa para amarrar mi herida. Miro mi brazo y lo lamió me estremecí de golpe al sentir su lengua en mi brazo.
Mire a las chicas y les hice una señal para que entraran al burdel.
Me pregunto si aquí vivía ya no podía mentir.

-Si... Me daba verguenza y miedo pensar que tu me creerías una... bueno una prostituta por vivir aquí, por eso evite que vinieras...
Me tape el entrepiernas, cuando rompieron mi vestido estuvieron a punto de hacerlo.
Lo mire un momento, tenía en su mejilla un poco de mi sangre.
Tome su mano y lo lleve dentro del burdel directo a mi habitación.
Me quite el cabello del cuello y se lo mostre.

-Muérdeme...

Le acaricié el rostro y le bese la mejilla, no tenía porque avergonzarse, nadie escoge donde vivir
y se que es virgen, lo comprobé ayer cuando mi mano acariciaba su parte intima, me tomó la
mano y me llevo dentro del burdel, todas las mujeres voltearon a verme, entiendo que
demuestre belleza, por la herencia que tengo, pero por primera vez tenía miedo de que se me
tiraran encima e intentasen violarme.
Entramos en la que parecía ser su habitación, me miró por unos segundos y luego se corrió el
cabello de cuello, pidiéndome o mas bien ordenándome a que la mordiera, retrocedí un paso.

- ¿Qué? - la miré sorprendido, ¿Está loca o que?

No pude evitar reír al ver su reacción.

-Si no la deseas se desperdiciara...
Me quite el pedazo de camisa que tenía en mi hombro, la herida ya había curado, como siempre me recupero rápidamente, no tengo idea por que es eso.
Sentí unos murmullos en mi puerta y la abrí, eran todas estas locas por el.

-Escuchen chicas, el es mi cliente personal y privado, no lo comparto con nadie, búsquense otro y si se que están espiándome las matare.
Les cerré como siempre la puerta en la cara y suspire pesadamente.
En mi dedo quedaba sangre, abrace por la espalda a Scott y roce mi dedo en su labio.

-Si lo deseas, puedes hacerlo simplemente...

Está chica no sabe con lo que se está metiendo, la vi ir a la puerta, ahí estaban todas esas locas
psicópatas, dijo que yo era su cliente personal y que no me compartía... reí al escucharla en
verdad debo gustarle, demasiado si incluso me ofrece su sangre, me abrazo por la espalda y pasó
su dedo por mi boca, tenía un poco de sangre en él, me estaba provocando, la tome del brazo y la
lancé a la cama, poniéndome sobre ella rápidamente y aspirando el aroma a rosas de su cuerpo,
comencé a lamer su cuello notando como su corazón se aceleraba.

- Una vez que comience no parare hasta estar satisfecho...- Mordí su cuello de forma pasional
mientras su dulce sangre entraba por mi garganta mi cuerpo reaccionó inmediatamente, esa
sangre provoca que la lujuria recorriera mi cuerpo, su sangre era deliciosa, con su peculiar
y única esencia a rosas, sentí como se aferró a mi abrazandome, mis manos comenzaron a
moverse, pasiando por todo su cuerpo, terminé de razgar su vestido, la suavidad de su piel hacía
que mi exitación subiera enormemente. Realmente esta es la chica para mi.

Como imagine, me tomo el brazo y me lanzo a la cama, el placer que me hizo sentir el solo hecho de abrazarlo me tenía preparada para todo.
Cuando me dijo que no pararía hasta estar satisfecho y mordió mi cuello, de una forma que me hizo lanzar un fuerte gemido aferrandome a el, para no derretirme en el intento de sobrevivir.
El poder que tenían sus colmillos sobre mi era completo.
Mi sangre deseaba estar dentro de el, y yo quería ser la chica...

-Te saciare, todo lo que pueda...
Dije sin dejar de lanzar gemidos, el solo hecho de que me mordiera era como si me hiciera mil cosas en el cuerpo.
Acaricié su cabello, era tan suave, su olor me volvía loca, ayer soñé con el, pero quiero que hoy, todos mis sueños se cumplan.

-Haz... lo que quieras conmigo, es mi promesa...

Su sangre era extremadamente dulce, pura y la deseaba mas y mas, si alguien debía ensuciarla
pues ese era yo... la sentí gemir mas y eso realmente me volvía loco, lancé lejos el trapo en que
se había convertido su vestido, todo rasgado, la tenía solo para, así en ropa interior, muy a mi
pesar deje de morder su cuello, su sangre corría por su pecho, comencé a lamerla lentamente
mientras daba pequeñas mordidas, la suavidad de su piel no se compara con nada que haya
tocado antes, nada.
Me dijo que podía hacer con ella lo que quisiese, que era su promesa me separé un poco de ella y
la mire a los ojos.

- No quiero que hagas esto solo por un promesa... quiero que lo hagas porque deseas esto...- Tomé
su mano y la lleve a mi pecho, donde debería estar mi corazón y comencé a bajar por mi torso
hasta mi pantalón. Volví a acercarme y la bese con pasión y prepotencia.

Estaba completamente al servicio de Scott, yo creo que nací para ser de su propiedad, algo que solo el pueda tocar, jugar y hacer lo que se le plazca.
Dejo de morderme para lamer el resto de sangre que quedaba en mi pecho, la sensación que produce su lengua hace que todo mi cuerpo se estremezca.

-Ah Scott~
dije gimiendo cuando me miro y me dijo que quería que lo hiciera por que yo lo deseaba, que poco me conoce y eso que bebió mi sangre, se supone que debería saber que pienso, y la verdad es que tengo fuertes intenciones de que haga conmigo lo que se le plazca.
Tomo mi mano y la llevo a su pecho, la excitación que siento es indescriptible.
Lo mire y el me beso algo brusco y posesivo, pero me gusta. Me separe de el.

-Yo...yo pensaba que podías saber que pienso con solo be...beber mi sangre, pero como no puedes tendre....
Lance un gemido, era muy dificil hablar estando como yo estaba.

-Que decirte que yo, te deseo, desde que tomaste mi mano y me sacaste del lago, tu... tu... te quiero... te quiero saciar y que ni siquiera puedas pensar en otra mujer que no sea yo.
Esta vez yo tome la iniciativa, me moví un poco y me senté sobre él, sintiendo fuertes deseos de moverme, lo volví a besar.

Vaya que le gustaba jugar, se puso sobre mi y comenzó a besarme, creo que gracias a que es
mitad ángel no puedo leer sus pensamiento, pero creo que ella no debe saberlo...

+18:

+18:

Lo abrace con todo mi amor, estaba tan feliz por todo lo que pasamos juntos, bese su cabeza y me deje caer mi cabeza hacía la almohada, no podía mas, estaba muerta, cerre mis ojos y suspira enamorada.

-Te amo Scott...
Se escaparon esas palabras de mi boca. Aunque desde el fondo deseaba decirlo.

Cerré los ojos, escuchando su respiración entrecortada, dijo que me amaba y me acerque a
besarla, con ternura, algo que no había salido para ninguna mujer antes.

- Te amo mi rosa...- dije sin dejar de mirarla, estiré mi mano y nos arropé con las sabanas, reí
por querer reír, estaba feliz de tenerla para mi, la había buscado tanto, esa chica que tendría
mi corazón solo para ella, pensé en Selinne, la había dejado sola desde ayer en la noche, pero
estoy seguro de que esta bien, ese demonio, aunque sea un demonio, parece ir enserio con ella
solo espero encontrarla intacta cuando vuelva y por decir intacta, me refiero por dentro y por
fuera, lo mato si me entero que poseyó su cuerpo.

Me fije en Dominique, ya estaba dormida, sonreí y la acurruqué más hacía mi, cerré los ojos y
me entregue a los brazos de morfeo, para dormir, después de un agotador momento de pasión.