Buscando Brillantes estrellas

Salí tras ella, en verdad que me impresionaba esta chica, la vi ahí, rodeada de nieve, se veía
hermosa, su cabello azul hacía un contraste perfecto, pero estaba paralizada y me di cuenta de
ello, me acerqué a ella y la abracé, no prepotente, si no de una forma más bien protectora,
acaricié su cabello, realmente era suave, demasiado.

- ¿Estás bien Lucy? - pregunté y mi voz parecía... parecía amable, tierna en un sentido
y para nada yo. Pero esta chica me provoca esto, me provocaba... ser débil.

Al ver la nieve, recuerdo las bellas plumas de sus alas, llenas de sangre, quería llorar, llorar con todas las ganas del mundo, hasta que sentí su abrazo, el abrazo de Damien me devolvió al mundo, suspire aliviada, y me abrace a él con fuerza, me sentía tan protegida sin ningún tipo de miedo. Él lo quito de mi, al menos por ahora.
Cerré mis ojos sin dejar de abrazarlo y le pedí despacio.

-Me...me puedes llevar al hotel...
Me costaba hablar, aun veía esas plumas llenas de sangre, aferre mi cara a su camisa, el olor que tenía era demasiado masculino, me encantaba.

Cómo pude me saqué la chaqueta, la tomé como princesa y la cubrí con ella, bajé despacio al
pueblo, debe hospedarse en el único hotel de por aquí, el Burdel, si, así es, el burdel también
servía de hospedaje, tenía un ala especial donde se hospedaban visitantes, ni pareciera que fuese
un burdel por esa parte del edificio, le sonreí se veía asustada, al parecer tenía un trauma,
pobre, en verdad, lo siento por ella... ¿Pero que mierda me pasa?

- ¿Cómo te sientes...?- Aun estaba aferrada a mi camisa, quedaba aun la mitad del camino, era
tan liviana, no sentía su peso, para nada, miré sus labios, tiritaban, se veían tan suaves... tan
deseables.

Me envolvió en su chaqueta y me tomo en sus brazos, no pude separarme de él.
Su calido cuerpo me hacía sentir en las nubes, era un calor tan único, tan especial, me encantaba me dedique a oler su aroma, era perfecto, totalmente perfecto, el era perfecto, si una perfección en este mundo.
Me pregunto como me sentía, el miedo aún hacía que me tiritara el cuerpo.

-Calido, se siente calido...
Me aferre a él como si quisiera unirme con su cuerpo, me gustaba su calor, me llenaba de vida.
Aún faltaba mucho y no quería que se metiera en problemas por mi.

-Damien, si te esperan en el castillos, puedes irte, puedo seguir sola.
No me gusta ser molestia, menos para alguien como él.
Le Sonreí como pude, aunque no era del todo buena.

Reí un poco al verla preocupada por mi, cómo no podía usar mis manos me acerqué y bese su
frente.

- Está bien que seas fuerte, pero no te preocupes, yo te llevo - Le sonreí de lado, mostrando cómo
siempre mi perfecta dentadura era un abito mio.

- Nadie me espera en el castillo, solo estamos un amigo y yo... él debe estar ocupado con su novia
así que no tienes de qué preocuparte...- En parte era cierto, Dante pasaba mucho, demasiado con
mi obsesión, pero bueno, ella será mía tarde o temprano.

Dijo que no me preocupara y beso mi frente, que calidos eran sus labios, me gustaba mucho.
Me sonroje al ver esa sonrisa, me puso los pelos de punta, escondí mi cabeza en su pecho para que no viera lo sonrojada que me encontraba.

-Sabes, aún no te eh dicho lo bien que me caistes, eres muy agradable... Me gustaría conocer a las personas que viven contigo.
Deben ser igual de simpáticas como él, sería un honor conocerlas.

Sonreí y luego suspiré, quería conocer a los del castillo, creo que no hablarían muy bien de mi
frente a ella, seguí caminando al Burdel.

- Claro cuando quieras...- No podía negarle nada y seguía sin entender por que, pero lo hacía
vi correr a la lobita de Alisa, vaya que extraño iba demasiado rápido, pasó otro lobo tras ella
¿Será época de apareamiento y ella huye de los lobos salvajes? Reí por lo tonto que sonó eso, de
verdad que sólo pienso en sexo.

Me dijo que si, me alegro su respuesta y luego vi correr a un lobo blanco y detras de él había otro que emoción amo a los animales.
Me baje de los brazos de Damien y mire como se iban, la fuerza volvía a mi gracias a la emoción.

-DAMIEN VISTE ESO!! ERAN LOBOS QUE LINDOS!!!
Grite emocionada me veía como una niña pequeña en un circo, era demasiado emocionante, son muy grandes los lobos, nada a comparación de los perros.
A como desearía acariciar a uno.

-Eh... perdon...
Dije sonrojada, nunca me controlo.

Reí mirando su emoción al ver a la lobita correr, en verdad que es tierna.

- Yo conozco a la loba blanca, tal vez algún día te la pueda presentar...- Tendré que comenzar a
pedir favores, le estoy prometiendo cosas que tal vez no pueda cumplir, después de todo esa
lobita no cae bajo mis encantos.

- Es la mascota de una amiga mía...- agregué y era cierto, Alisa le decía "Mi cachorrita", pues
entonces es una mascota.

Me dijo que conocía al lobo y no era lobo era Loba!
Me recordo la aburrida canción de Shakira, lo mire y sonreí alegre.

-Tienes que enseñármela, que genial, conoces una loba, que emoción, aah gracias Damien, haz hecho tanto por mi, en tan poco tiempo, te quiero eres un gran amigo.
Como siempre le di un golpecito en el hombro, así demuestro la importancia de las personas para mi y Damien era muy importante ahora para mi.

-No soy molesta para ti?
Le pregunte directa, no se por que tengo la sensación de que estoy siéndolo.

Reí, en verdad le emociona conocer a la cahorrita de Alisa, ¿Me quiere por ser un gran amigo?,
pero que extraño es este sentimiento.

- Claro, la próxima vez que la vea te la presentaré...- Le sonreí no podía dejar de hacerlo, me dio
un golpecito en el hombro, vaya que es debilucha esta chica, ni cosquillas me hace. Reí al
escucharla preocupada por si ella era un molestia, estaba más que claro que no lo era, para
nada lo era.

- No eres una molestia, para nada...- le sonreí dándole confianza, de la mejor forma posible
sonriéndole con sinceridad, en verdad, raro en mí.

No soy una molestia para él, normal de mi hubiese sido saltar y ponerme a bailar, pero eso sería realmente humillante, tome su mano y me acerque a él.

-Eres lo mejor que eh conocido en mucho tiempo...
Susurre acercándome a sus labios, me detuve al darme cuenta que eso estaba mal, él era un chico muy amable y yo estaba abusando SI abusando de su amabilidad, me gustaba bastante, pero no soy de esas.
Estaba a centímetros de sus labios y me separe de él riendo nerviosa.

-Bueno, aquí puedes dejarme, no pierdas tu tiempo.
Saque la lengua y luego sonreí

Reí, ¿Era el intento de un beso?, uno realmente tímido, veamos que pasa si...

- Es la puerta del hospedaje... nos veremos entonces... - La miré a los ojos y le sonreí.

- Espero que no te moleste, pero soy un hombre que no se va con rodeos y tú me deslumbraste
Lucy...- La tomé de la cintura y le di un suave beso, pequeño, sincero, sin pasión, cosa
horriblemente rara en mi, ¿Qué hacía yo siendo tierno con una simple humana?, me separé de
ella y me arrodillé besando su mano.

- Un placer conocerte Lucy...- Le sonreí - Una disculpa si te molesto mi impulso... pero si no lo
hubiera hecho me habría arrepentido hasta volvernos a ver... si te molestó, estás en el derecho
de golpearme...- ¿Qué?, ¿Derecho de golpearme?, ¿Pero que mierda cursi estoy diciendo?, no
puedo evitarlo, pero... pero maldita sea... ¿¡Porqué!?

Sentí sus labios tocar los míos, me beso y no me arrepiento para nada de haberlo recibido con felicidad, era tan dulce conmigo, tan amable, tan simplemente perfecto, me sonroje un poco y luego se arrodillo, que lo golpee si me molesto, esta loco, es un amor, jamas podría golpearlo si me gusto, lo mire y le apreté las mejillas.

-No me molestó para nada, eres mi Romeo perfecto... Y lamento si te molesta la comparación, desde siempre eh soñado con ese hombre por el que haría de todo como Julieta.
Tenía sus mejillas en mis manos y me volví a acercar a él, dándole un beso, lleno de mi amor y deseo, pero mis deseos nunca son sucios, son mas bien sueños que desearía realizar con él, realmente espero de corazón volverlo a ver y muy pronto, todos los días si se pudiera.
Me gustaría decirle que lo quiero, pero se que sería muy precipitado.

Me apretó las mejillas sonriendo, así que le gusto, al menos no recibí una bofetada, me dijo que
era su Romeo, ese imbécil tan idiota, morir de esa forma eh irse al cielo junto a su querido
Julieta, pero si ella quiere ser la mía, pues entonces no me opongo en nada.

- Pues aquí esta tu Romeo bella Julieta, que los astros de la noche cuiden tu sueño y que las alas
de un ave me traigan mañana para poder admirarte, contaré cada minuto que no respiré el
mismo aire que el tuyo y eso, lo cobraré con un beso tuyo...- Reí, en verdad que cursi lo que dije
haber conocido al idiota enamorado de Romeo tiene sus ventajas, "¿Qué me aconsejas Damien?",
ja, Shakespeare se hizo famoso con esa "trágica" historia gracias a mi.

Me dijo las cosas mas lindas del mundo, como ROMEO!!
Estaba que caía ahí desmayada de la emoción, volví a besarlo, mis besos eran castos, simples, sin esa pasión lujuriosa que tienen la mayoría de los que eh visto,
Lo sonrojada no me lo quitaba nadie y se me notaba tanto, mi piel era mas blanca que la misma leche, o la horrible nieve, no entiendo por que soy tan blanca, tendre una enfermedad?
Pero no tengo que exagerar.

-Gracias de nuevo Romeo, digo Damien, escribiré muchas canciones para ti esta noche, amigo.
Le guiñe el ojo, por que siempre tan poco señorita?!! "para ti esta noche, querido" o "para ti esta noche, mi principe" eso sería raro. Me asuste de mis pensamientos, yo soy lo que soy y nadie me cambiara.

-Te quiero!
Dije casi en un susurro, era mucho mas bajo que eso.

Me acerqué a su oído sonriendo la abracé fuerte por la cintura.

- Te quiero Lucy...- Besé su mejilla, nos miramos a los ojos, momento obvio para un beso
apasionado, pero no quería asustarla, me acerqué y la bese de nuevo, pase suavemente mi
lengua por sus labios, pidiendo permiso, por primera vez en toda mi existencia, pedía permiso
para sacar la pasión de un demonio al besar, la lujuria, todo, pedía permiso para eso.

Si Dante me viera en estos momentos no me reconocería, aunque lo más seguro es que se reiría
en mi cara, si... eso es lo más seguro. Dante hijo de puta.

Me dijo que me quería, me estremecí de golpe, son palabras que normalmente escucho de chicos que me conocen y ya dicen que me aman, no es por que sea popular, creo que es por que los trato realmente bien, no me gusta maltratar a las personas, beso mi mejilla y luego me beso, paso su lengua por mis labios, sabía lo que quería, no tengo problema, enrealidad si, YO NO SE DAR BESOS CON LENGUA!
Me ruborice, estaba realmente preocupada de lo que llegue a pensar de mi. Me separe un poco de él y lo mire a los ojos, se que ellos decían todo por mi, decían que yo no sabía, que era una inexperta.

-Enséñame... por...por favor.
Cerré mis ojos y me abrace de su cuello, él tendría que enseñarme a besar, que patética debía verme, ya esperaba su risa y eso me avergonzaba mucho mas.

Le sonreí, ya entiendo, no sabe besar cómo se lo pido.

Me miró, se veía sonrojada, pidió que le enseñara, me acerqué a ella y abrí su boca, busca su
lengua enseguida y comencé a jugar con ella, lentamente, haciéndola sentir tranquila,
enseñándole despacio, con ternura, ¿Tierno yo?, pues si, no se que es lo que tanto me hace esta
chica, pero me tiene loco, la tenía bien abrazada de la cintura por lo que sentía cómo su corazón
se aceleraba y su pecho se agitaba y eso me encantaba, sentía sus labios suaves intentar
moverse a mi ritmo, me pregunto cómo será ir al ritmo que estoy acostumbrado...

Sentir como entraba su lengua y jugaba con la mía era tan delicioso, una sensación especial jamas sentida.
Me aferré a él y lo logre, me pude acostumbrar a su ritmo, quizás lo hacía mal, pero mi lengua ya podía llegar al ritmo de la de él, tire de su cabello y me deje llevar, sentí como me dejaba llevar, me tomaba con fuerza, él quería hacer mas apasionado o mas fuerte el beso, pero yo no sabía, aunque feliz lo recibiría de sus labios.
Si mi hermano me viera de seguro me diría, eres una puta cualquiera, como siempre, le gusta decir esas cosas de mi, pero al menos tengo a un chico y el tiene a una fea esposa que no vale la pena, entrelace mis piernas en las de Damien, mi cuerpo sentía un fuerte deseo, pero no se como explicarlo.