Un entrenamiento Caotico

Ok, me rindo, me duele demasiado la espalda, tontas alas, no las necesito, no las quiero
ni siquiera soy buena, no merezco ser un angelito bueno de Dios.
Reí y mire a Scott que me miraba sonriendo, que incomodo es esto, cerca de nosotros en una pequeña colina estaban Selinne y Dante, como lo detesto, pero es una buena persona.
Suspire y me baje el vestido, volví a mirar donde estaban los otros dos y Dante tenía los ojos tapados, mire a Scott y me sonroje.

-Se delicado, por favor que no duela... No quiero sufrir- Le di la espalda, no tengo idea que hará pero necesito que saque esas alas, no aguanto mas ese dolor.

Selinne quería ver como Scott entrenaba a Dominique y me pidió que la acompañe
me encanta estar con ella así que no puedo decirle que no.
Nos sentamos en una colina, Dominique me tiro una mirada, imagino que se quitara la ropa
para poder sacar sus alas, como Selinne estaba sentada, acomode mi cabeza en su regazo y sonreí cerrando mis ojos tranquilamente.

-Me avisas, cuando se vuelva a poner la ropa. -Sonreí de lado y suspire, no abriría mis ojos, hasta que Selinne me de permiso para hacerlo.

Reí al ver la cara de Dominique, que tus alas salgan no es doloroso, más bien es liberador, esa
opresión es demasiado dolorosa, las alas disfrutan de ser libres, vi a Dominique mirar feo a
Dante y el se acomodó en mi regazo tapando sus ojos, reí por eso y acaricié su cabello.

- Yo te aviso - Reí, mirando a Scott burlarse de Dominique. Pero vamos, es un miedo común,
incluso el lo tuvo.

- Scott no te rías...- Dije y Scott me miró guiñándome un ojo, yo reí y el se puso tras Dominique
para sacar sus alas.

No podía evitar reír por todo esto, Dominique se ahogaba en un vaso de agua, el cuerpo de un
ángel o un híbrido de ángel está hecho para poder sacar las alas, solo hay que darles un pequeño
empujón, reí viendo cómo Selinne me regañaba, aunque vigilo al demonio ese... Admito que
este así con Selinne solo porque Dominique se quito un poco la ropa.

- Bien... comenzare - Dije tocando su espalda, que reaccionó a la piel de mis manos frías en ese
momento por el viento.

Con mi uña comencé a abrir su espalda de donde salía sangre, lamí los dos extremos donde la
sangre salía y pude ver cómo sus alas clamaban por salir, me alejé y dejé que salieran con total
libertad, sus alas emergieron con algunas manchas de sangre, pero en su totalidad blancas, de
un blanco puro, ni siquiera comparado al de Selinne, ya que eran completamente blancas y las
de Selinne tienen un color plata brillante en las puntas. Dominique es realmente la digna hija
del Arcángel Miguel, señor de todo lo puro y santo.

Sentí solamente las uñas de Scott pasar por mi espalda, no dolía, la verdad me calmaba,
así fue como se liberaron, mis alas, las quede mirando, eran blancas y grandes, me encantan
pero no puedo evitar pensar que jamas aprenderé a usarlas bien.

-SON ENORMES! -Las mire maravillada eran muy grandes, bueno grandes para estar adentro de mi espalda, reí emocionada y me puse a dar vueltas mientras las miraba.

-Que pasa si... -Me saque una pluma. -Auch! -Me dolió, nunca mas lo vuelvo a hacer, tengo unos deseos tan grandes de volar alto y desaparecer entre las nubes.

Escuchar a Dominique emocionada me hacía reír, ademas de que el aroma de Selinne
me tenía vuelto loco. Me abrace a su delgada cintura y me quede oliendo su vientre.
Soñar con hijos, es algo poco posible, pero puedo soñarlo.

-Puedo mirar ya? -Sonreí aspirando todo el aroma de mi sol.
Es tan suave, pero su aroma se envuelve con el aroma de la sangre de esa rosa y lo vuelve muy incomodo para un ser como yo.
Cerré los ojos y sonreí, los vampiros del castillos deben estar locos.

Quedé maravillada con las alas de Dominique, son realmente bellas, su tono blanco es perfecto,
igual que las de tío Miguel, me vino a la memoria cuando Scott me dijo que eramos primas, me
sorprendí un poco, pero si es amor está bien, sonreí cuando Dante me abrazó de la cintura aun
acariciaba su pelo.

Dominique se arrancó una pluma de sus alas, un error en verdad, la plumas recién nacidas son
las mejores y las mas veloces, es cómo si desaparecieras y volvieras a aparecer en otro lado,
cómo tele transportarse.

- Si.. ya puedes ver - Dije riendo al ver cómo Scott la tomaba de la mano y la hacía volar, creo
que es algo torpe para mover sus alas...

Dominique quedó encantada con sus alas y por lo que me dí cuenta Selinne igual, llevo una
mano a una de ellas y arrancó una pluma, boba, es malo hacer eso, ya empiezas a tener plumas
nuevas y no tan rápidas cómo la velocidad luz cómo son las recién nacidas, pero bueno, creo que
Miguel no se lo explicó.

- Ahora aprenderás a volar pequeño angelito...- Reí y alcé mis alas.

Tomé la mano de Dominique y la hice volar junto a mi, no movía muy bien sus alas, pero le
enseñaré cómo mi "querido padre" me enseño a mi.

- Te soltaré... ahora vate tus alas - Y la solté, vaya que es un espectáculo esto, reí divertido.

Scott tomo mi mano y nos elevamos, LAS ODIO!, no me obedecen, no entiendo que acaso tienen vida propia, Scott soltó mi mano y dijo que batiera mis alas, esta loco cierto?
Sentí como mi cuerpo caía, estaba cayendo de espalda, pero miraba mis alas, eran suaves, muy suaves. "Ponme a dormir ángel malvado, vuela sobre mi ángel malvado..." y lo vi, no era Scott era mi ángel malvado, aquel de mis sueños, antes de llegar al suelo abrí mis alas y me eleve, es como si estuviera siendo controladas por otra persona, volé tan alto que supere a Scott. Sentir la rapida briza pasar por mi cabello era maravilloso.

-Siiii AMO ESTO! -Le lance un beso a Scott y volví a volar muy alto, para chocar con una nube caí rápidamente sobre Scott, estaba empapada.

-Tienen agua... -Le dije batiendo mis alas emocionada.

Cuando oí a Selinne decirme que podía ver me acomode mejor sin salir de su regazo.

-Que bellas alas, pero es torpe... -Dije mirándola mientras Scott la llevaba.
Esto parece una película humorística. Estaba riendo, que graciosos se ven, Scott burlándose de ella y Dominique intentando usar sus alas.
Cuando Scott la soltó imagine que caería en picada y se golpearía con la nieve, pero antes de llegar se elevo alto y llego hasta una nube. No pude evitar admirar la velocidad en la que lo hizo.

-Así que esa es la velocidad de las nuevas alas? -Le pregunte a Selinne, ella es mitad ángel de seguro debe saber mucho de ellos.
Sonreí de lado admirándola mientras esperaba su respuesta.

Reí Dominique parecía una niña pequeña, la sonrisa en el rostro se le ve encantadora, ya veo
porque Scott la escogió, tiene todo lo que el siempre buscó y eso está bien, miré a Dante, reía
también por lo que ella hacía, aun jugaba con su cabello, es demasiado sedoso y suave, me
encanta. "Los demonios tienen imágenes atrayentes hija, no te confíes nunca de ellos y los más
importante nunca dejes que alguno te bese". ¿Porqué tanto odio papá?, Dante es una buena
persona.

- Si... recuerdo que en cielo yo jugué demasiado con ellas... se van al cabo de un año, yo las
aproveché bastante...- Reí al recordar cómo jugaba con los angelitos que nunca crecen siempre
son bebés.

Bebés... me encantaría ser madre pero... pero papá dijo que yo jamás podría tener uno. Bajé la
mirada un poco triste, una criatura solo mía y de Dante, que hermoso sería.

Reí con Dominique completamente empapada en mis brazos.

- Claro que tienen agua... de eso están hechas - Reí mirándola tan entusiasmada.

- También lo aprendí la primera vez que volé, me encantaría poder volver a tener las alas
recién nacidas... - en verdad era muy divertido, mamá siempre me perseguía y le costaba
alcanzarme, eso si que fue una infancia feliz, solo faltaba una cosa, mi gemela.

¿Por qué siempre le tendré rencor a mi propio padre?, púes porque me quito mi otra mitad y
nunca me demostró el cariño que les demostró a Selinne y a mamá.