Una visita Caotica

Llegue al castillo Icebell un chico todo genial me guió se llamaba Franco, que pro su pelo y su ropa, le pregunte por Damien y me miro raro, algo molesto, me dio la dirección de su habitación y se fue enojado.
Vaya chico raro, me fui corriendo por el gigante castillo hasta que la encontré, claramente era su habitación por que tenía su delicioso aroma por todos lados, me puse a mirar unos libros que tenía en una mesa y tome uno que me pareció interesante, mire su cama, me decía "Ven Lucy, acuéstate en mi" así que me lance sobre ella con el libro en la mano, me estire como si fuera mi cama y me puse a leerlo, vaya gustos raros que tiene Damien, el libro habla de sexo, muerte, sangre... Y mas sexo. Pero es bastante interesante.

-Este Damien, es tan especial...
Al terminar de decirlo vi a una chica en la puerta de Damien, tenía los ojos morados oscuros, me miraban con odio, mucho odio. Deje el libro en la cama y me sente en ella, la verdad estaba un poco asustada, su mirada era realmente maligna.

Mi lado angelical pedía a gritos ver a Damien, pero en estos momentos me domina fuertemente mi lado demoniaco, sentí un extraño aroma al llegar a la habitación de Damien, era femenino, único, al sentirla sobre la cama de Damien mis ojos de inmediato se tornaron violeta oscuros, entre y la mire con odio, que hacía esa perra en la cama de mi Damien, por que mierda estaba tocando el libro de él. Esta muerta.
Vi como dejaba el libro al lado de la cama y me miraba asusta, tiene todo el derecho a estarlo, por que esta frita.

-QUE MIERDA HACES AQUÍ?!
la rabia era tan grande que la tome del cuello y le enterre mis uñas en el.
Nadie puede meterse en la habitación de Damien, ni siquiera yo y ella estaba muy tranquila acostada ahí, a no eso si que no lo permito, jamas, por nada del mundo.
La saque de la cama de Damien y apreté mas fuerte su cuello.

-AUN NO ME RESPONDES!!

Vi como se me acerco y me tomo fuerte del cuello, el dolor era asqueroso, senti como me enterraba sus uñas en el. Me dolía demasiado, pero me duele el hecho de no entender por que me hace esto. Luego me di cuenta cuando me pregunto que hacía aquí.
La mire y reí con la sonrisa torcida.

-No...es...ob...obvio....vine a...ver...a...Damien...
Dije como pude, me apretaba tan fuerte que ni siquiera podía respirar, imagino que me estaba poniendo morada, soy tan blanca que los colores en mi, siempre se marcan muy bien.
Me miro con tanto odio que un escalofrió recorrió todo mi cuerpo, deseaba pedir ayuda a gritos, pero no podía, no era lo mas adecuado.

Al oírla decir eso la sangre me ardía, ahora si que la deseaba ver muerta, sufriendo de verdad.
Me dolía la cabeza, mi lado demoníaco quería que la dejara en paz, pero mi lado de ángel quería matar a esta humana, no podía soportar el cambio de roles, estaba tan enfurecida que tome a la chica mas fuerte del cuello y la tire con fuerza a la pared, era hora de destruirla, por entrar a la vida de quien me pertenecía por derecho, lo conozco de antes, lo merezco mucho mas.

-Estas muerta Humana...
Dije acercandome a ella que estaba en el suelo.

Me apretó mas fuerte el cuello y me lanzo con fuerza a la pared, sentí como mi cabeza comenzaba a sangrar, caí al suelo y me toque la cabeza, tenía sangre en mis manos, me puse a tiritar de miedo, la muralla tenía mi sangre y sentía como pasaba por mi cuello y mi espalda.
Tenía miedo, tanto que no podía respirar, se comenzo a acercar a mi y comenzaba a nublarme la vista, no veía bien, todo estaba borroso, la chica me tomo del menton y se acerco a mi boca, así pude sentir como sacaba de mi interior algo, algo que me hacía olvidar, esto que me estaba haciendo, me dolía demasiado, las lagrimas caían por mi mejilla al igual que la sangre por mi cabeza.

-N...n...no...
Fue lo único que pude decir cuando me desmaye.

Tome a la chica del menton, sabía lo que podía hacer con ella, una pequeña rata sufriendo, el olor de su sangre hacía todo mas atractivo, así que estaba dispuesta a tomar su alma y devorarla.
Comencé a absorberla, que alma mas llena de melancolía, tristezas, me bajo con fuerza el arrepentimiento, quería liberarla y devolverle lo que mi lado "bueno" le estaba robando, pero mi lado demoníaco estaba siendo controlado por el de ángel, estaba en graves problemas, no se que hacer para dejar a esta chica tranquila, amo a Damien y tengo celos, pero ella no merece esto, que estoy haciendo!!?
La solté y vi como caía al suelo desmayada, la pared de Damien estaba llena de sangre, mire traumatizada mi acto de celos, y sabía que estaba en problemas, pero no con Damien, después de todo él no ama a nadie, así que ella no debe ser importante, pero Alisa se enojara, no le gusta que matemos.
Mire a la chica en el suelo, quizás estaba muerta, no sabía como reaccionar, la sangre que salía de su cabeza la mataría antes de cualquier movimiento que pueda hacer.

-La...la mate... que... que hice...
Volví a mirarla estaba respirando con dificultad, saque de mi bolsillo una pistola, ahora si que la mataría. Le apunte la cabeza y ladee el gatillo.

Corrí y me puse frente a Asuka, le gruñí fuerte y le enseñe mis diente, es la habitación de
Damien, ¿Qué hacen estas dos aquí?

No dio signos de hacerme caso por lo que me volví a mi forma humana y le quite la pistola de un
manotazo.

- ¿Que crees que haces?, ¡Es humana! - Le dije enojada, ok, le gusta Damien, pero si al idiota ese
le gusta traer chicas aquí es cosa de él.

- ¡No puedes ir matando a cada chica que Damien tenga, él no es de tu propiedad! - Le grite,
tenía que entrar en razón, una chica celosa es peligrosa, mucho más un celosa y despechada.

No podía ver, había perdido la visión, pero aun las podía escuchar, me temblaba el cuerpo, no me podía el cuerpo, intente pararme, pero el no ver, me dejaba peor.
Estire mi mano buscando ayuda de esa voz femenina que al parecer quería ayudarme.

-Yo... yo amo... a Damien...
Dije con dificultad, odio cuando las mujeres son de esa manera por celos, pero la entiendo, aunque yo jamas mataría por él.
Ella de seguro me hubiera matado si no llegaba esa chica, movía la cabeza intentando buscar las voces, el estar ciega me hacía llorar. Hasta que volví a empezar a ver borroso.

Mire con desesperación a Antonella, a ella le debía obedecer por que era la consentida de Alisa y ella de seguro se enojara conmigo si llega a saber esto.
Escuche cuando la chica dijo que amaba a Damien, la ira me volvió, corrí para darle una patada en la cabeza pero Antonella me detuvo a tiempo, de seguro le reventaba la cabeza si no me detiene.

-Gracias...
Mire a Antonella, mi demonio interior no quería dañar a la humana, pero mi ángel si, quería destruirla y hacerle la vida miserable.

-De...dejame, debo matarla!!
Ahora me controlaba, no quiero mas... QUIERO CONTROLARME!

Estaba poseída, vaya que es malo que combinar demonios con ángeles, la tomé de los hombros y
comencé a sacudirla con fuerza, ¿Qué estaba loca?

- Basta, contrólate antes de que hable con Alisa... - Dije pero no parecía controlarla, tendré que
usar la fuerza bruta. Le di una cacheta y cayó al piso, suspire.

- ¡O te controlas o le diré a Damien! - Dije enojada, pero de pronto me abrumó un aroma, el
peculiar perfume de Damien, me giré y ahí estaba apoyado en el marco de la puerta y mirando
con odio a Asuka.

Di un paseo por el pueblo, quería despejarme para poder pensar bien en la guerra que se
avecinaba, reí al ver cómo un anciano se caía por las escaleras, "Otra alma inocente al reino del
señor", si, si, cómo no, lo veré en mi querido infierno cuando vuelve allí.

Volví al castillo, cómo siempre Dante no se despegaba de Selinne, ella me saludo, siempre tan
inocente, Gabriel es un verdadero idiota, hizo que los planes para mi fueran mucho más fáciles,
vi al imbécil de Franco persiguiendo cómo una sombra a Elissa, esa chica si que es una bebita
miedosa, caminé por el pasillo hacía mi dormitorio. Escuché las voces de Antonella y Asuka...
¿Estaban en mi cuarto?, abrí la puerta y mis ojos se inyectaron de un violeta oscuro, Lucy
estaba tirada en mi cama, era obvio lo que le habían hecho y tirada en el suelo estaba la obvia
culpable...

- No tienes nada que decirme lobita... - Miré con odio a Asuka y me acerqué a Lucy... la abracé y
junté mis labios con los de ella, tenía que devolverle alma. Mataré a Asuka, juro que mataré
a esa hija de su puta madre.

Sentí la voz de Damien, intente sonreír pero el dolor no me lo permitía, dijo algo de lobita, no entiendo nada, por que esa chica me lanzo con tanta fuerza, que rayos esta pasando.
Aunque veía con dificultad pude ver a Damien acercarse a mi y me dio un abrazo, me tiritaba el cuerpo, tenía un miedo tan grande. Sentí como junto sus labios con los mios, a mi volvió todo eso que sentí perdido, no se que era pero volvió a mi, intente separarme de él.
Necesitaba aire, abrí mis ojos y volví a verlo todo con claridad.
Me sonroje y le sonreí, no le guardo rencor a la chica, después de todo por celos una hace muchas cosas.

-No la dañes...
Le susurre a Damien.

Al ver a Damien me volvió todo ese abrumador miedo, la cachetada que me dio Antonella me había hecho reaccionar, no se como lograr la neutralidad entre un ángel y un demonio, pero debo conseguirlo, antes de que me maten.
Mire con miedo a Damien, estaba arrepentida, no reaccione con celos ante el beso que le dio a la humana, ya que el miedo era mucho mayor.

-Pe...per....perdona...perdoname....
No podía hablar, me costaba, estaba asustadisima, pude escuchar el susurro de la humana, le pidió que no me dañara. Por que después de lo que le hice, me defiende?...

Me llamó lobita, no pude decir nada o reprocharle, su mirada de odio daba miedo, lo miré
besar a la chica humana, debe devolverle el alma, algo se de lo que Alisa me ah explicado.

- Entonces me voy... - Suspiré y me volví a mi forma de loba, salí por la puerta mientras
pensaba cómo se lo diría a Alisa, esa humana tal vez no tenga idea de las criaturas que habitan
el castillo, nunca antes la había visto, ni siquiera en el pueblo, debe ser nueva por aquí.
Miré por una de las grandes ventanales del pasillo, mañana sería luna llena, otra noche de
descontrol.

¿Cómo puede perdirme que no la dañe?, quiero matarla, ¿Con qué derecho se cree para hacerle
esto a Lucy?

- ¿Porqué le hiciste eso? - Dije parándome y viéndola con odio a los ojos - ¿Quién te dio el derecho
de lastimar a MI invitada? - no me respondía y eso me sacaba más de quicio. No creerá que se la
llevará fácil.

- ¡Responde! - le grité con fuerza mientras un onda invisible la expulsaba haciendola chocar
contra la pared de mi habitación, estaba furioso, si, completamente. Ella no sabe de lo que yo
soy capaz, aun no se da cuenta y eso está mal, tendré que enseñarle que lo mio no se toca.

Ver tan furioso a Damien me dejaba en shock, esto estaba mal si seguía así mataría a la chica, no se cuando desapareció la otra pero vi salir corriendo a esa loba blanca, aah~ deseaba correr y perseguirla pero no dejaría a Damien asi de enojado.
Corrí y me puse en frente de la chica que estaba en el suelo por el golpe contra la pared, estire mis brazos y mire desafiante a Damien.

-Basta, deja de hacer eso Damien, si la dañas, nunca mas volveré a hablarte!
Le grite seria y hablaba enserio, no me gusta que dañe a alguien que lo ama, de manera obsesiva pero lo ama, osea el me mataría si yo hago eso con otra mujer por celos, si es de esa manera, prefiero no verlo mas.

-Vamos amigo, o te tranquilizas o te tranquilizas... Perdona a la chica, cualquiera por ti mataría después de todo eres Damien.
Reí, es cierto, es un bombom en vuelto en papel de oro, es tan sexy y lindo y todas esas cosas, pero no, simplemente no dejare que la dañe. SOBRE MI CADAVER.

La enfurecida mirada de Damien me mando contra la pared, estaba muerta, como lo odio, es un maldito bastardo que abusa de su poder sobre los demas, hijo de puta, pero aun así esa maldita parte mia lo ama, si simplemente pudiera separar mi cuerpo en dos todo sería mas facil.
La humana se paro corriendo y se puso frente a mi, yo estaba en el suelo, por que me defiende, no la entiendo, estuve a punto de matarla, escuche lo que dijo, ella es mil veces mas buena que un ángel a su manera, tuvo misericordia de mi, a pesar de lo que le hice.
Le mire la espalda, lo unico que le faltaban eran las alas.

-Perdoname...

Lucy, claro, tan buena samaritana, cómo siempre, me hacía enojar el puro hecho de no
dejarme darle su merecido a la idiota de Asuka. La miré con odio.

- Quiero que salgas de mi habitación y no te vuelvas a atrever pasarte por enfrente de mi nunca
más en tu miserable vida Asuka... lárgate ahora... - Mi voz sonaba horrible, lo sé, estaba llena
de odio, por supuesto, no puede ser de otra forma, no permitiré que la dañen, no lo haré.

- Lucy es la única que necesito a mi lado, tú y cualquier otra chica me importan menos que un
puto gusano retorciendose en la tierra...- Dije lo más hiriente que pude hacerlo frente a Lucy.
realmente esta chica me controla.

Me di vuelta y mire con pena a la chica, que estaba llorando. Me acerque a ella y le toque el hombro.

-No puedes obligar a que te amen... Y tranquila, no te guardo rencor, pero si tu vas a seguir odiándome prefiero que no sea delante de Damien.
Le sonreí con paz, no me importaba nada en este momento, estaba un poco sorprendida de la reacción cruel de Damien, pero no tengo nada que meterme, solo que no quiero que dañe a esta chica, me trae un leve recuerdo, de algo, que no puedo recordar.

-Ademas ahí chicos mejores, Damien es uno mas del monton.
Reí molestosa, era la mentira mas grande que había dicho, para mi él no era una mas del monton, el era especial, era un rey, un rey en mi vida. Que patetica me estoy poniendo ahora.
Me volví a acercar a él y le di el tipico golpe en el hombro.

-Somos solo amigos.
Le dije a la chica que se paro y se fue sin decir nada mas.

Todas las palabras de la humana me tocaban, eran profundas aunque las intentara decir de manera graciosa o inocente, me detuve a mirar sus ojos y lo vi mejor, ella era como Artemis, Lisette Artemis esa híbrida que acompañaba a la perra de mi madre, esa amabilidad tan dulce solo la tenía Artemis y al parecer esta humana también la tiene, debe ser su hija, la mire y le di una sonrisa cuando se acerco a Damien.
Me pare lentamente y me fui hacía la puerta, antes de irme le di otra mirada, si su cabello fuera negro, sería la viva imagen de Lisette, cerre los ojos y la volví a mirar, esta vez la vi, con esas alas blancas con su cabello negro Artemis, la única ángel que no odio.
Creo que no volvere a tocar a su hija, nunca mas.
Me fui pensando en los pequeños momentos que vivi con ella.

Abracé a Lucy atrayendola a mi cuerpo protectoramente, darle alma me dejo algo débil por lo
que la solté sentándome en la cama.

- ¿Que fue lo que te hizo? - Pregunté, era obvio, le robó el alma, pero por ahora era mejor que ella
sacará sus propias conclusiones, no quería decirle todo. Soy un Demonio y eso puede que la
asuste.
La miré a los ojos buscando una respuesta, realmente se veía pura, demasiado, aunque no me
gusta que haya defendido a la ineficiente de Asuka.

Lo mire sentarse en la cama y me tire en ella estirandome.
Me pregunto que fue lo que me hizo, la verdad no se, quizás es bruja y me quito energia enrealidad no tengo idea.

-Em... Me tiro un hechizo y me convirtió en rana, entonces tu llegaste y me besaste y me volviste una humana nuevamente.
Reí por mi infantil imaginación, no me gusta ver la vida negativamente, quizás ella realmente me hizo un daño horrible, pero ahora que estoy bien, prefiero simplemente olvidar, esa horrible sensación.

-Y así fue como me convertí en caperucita Azul y...
Lo abrace por la espalda y le bese la mejilla.

-Ahora me comeré al lobo!
Me puse a morderle el brazo como una tonta, me daban fuertes ataques de risa mientras lo hacía pero era divertido, su piel, era tan tan tan sexy...

Suspiré al escuchar sus incoherencias, la forma de morderme era tan poco sexy... pero me
gustaba, era una chica muy infantil en verdad, vaya las cosas que se inventa.

- Ella no es un bruja aunque lo parezca...- Dije mirándola a los ojos, sería una larga historia.

- Es una híbrid bloodline... entre demonio y ángel, tiene cambios de humor extraños... Yo... yo
soy Damien Moonblood, el primer hijo de lucifer y Rey del inframundo...- Lo dije, no se si me
creerá o pensará que estoy tan loco cómo ella para decir incoherencias.

Lo mire al escuchar todo lo que dijo.
Ok, rebobinemos... Papá y Mamá se conocieron en el campo, papi era brujo medico y mamá era una, una, una hija de humana y ángel o algo así. Los ángeles existen y los demonios también.
Recuerdo aquel día en que papá me dijo que no jamas me relacionara con demonios, vampiros y licantropos, mamá se reía de él y me decía que esas criaturas no existían.
Pero ahora Damien me esta afirmando que es un demonio y que la chica que me quiso matar es hija de un demonio y un ángel y ahora estoy confundida y quiero aah...

-Wow y yo que los creía solo un mito...
Baje un poco la mirada y no me separe de él, aun lo tenía abrazado.

-Por que no me lo dijiste cuando nos conocimos?
Oculte mi cabeza en su cuello, esperando su respuesta, me duele que no me haya dicho la verdad desde el principio, pero que puedo hacer, quizás simplemente... No soy de su confianza.

Vaya, que directa, ¿Porqué no se lo dije enseguida?, tal vez porque temí que reaccionara mal por
eso, bese su cuello.

- Pensé que tal vez reaccionarías mal, en verdad no hubiera culpado, soy un demonio no soy de
fiar... soy malo, engaño, amo ver el dolor ajeno, la lujuria me domina muchas veces, me
encanta hacer sufrir a quien sea... pero cuando te vi... yo... yo no sé pero todo eso se fue de mi,
cada vez que te veo olvido mi propósito... no te pido que me creas, porque se que es difícil, pero,
solo quier la oportunidad de demostrártelo...- ¿Pero que mierda digo? ¿Eso salió de mi? Doy
pena, incluso asco...