Una visita Caotica

Me estremecí al sentir su beso en mi cuello y lo mire sorprendida al escuchar su respuesta.
Es cierto los demonios son todas esas cosas y mucho mas, pero yo lo hago cambiar, no es que no le crea, pero creo que es imposible, no soy de las personas que cambian a los demás, al contrarió siempre me dejo influenciar por las personas, o eso intento para no ser desagradable.
Lo mire con pena, si estaba triste, pero no era por lo que él era, mas bien era por lo que yo empezaba a sentir. Era amor y me duele el hecho de saber que no estoy preparada para un demonio, con cuantas mujeres se debe haber acostado. A cuantas debe haber enseñado, no soy celosa, pero si tengo el autoestima un poco complicado.

-Has estado con muchas mujeres cierto?
Aun estaba abrazada a él, me apegue a su espalda, dejando mi peso sobre ella, mientras esperaba su respuesta jugaba con sus labios, haciendo sonidos mientras pasaba mis dedos por los labios de él.

Su pregunta no me sorprendió para nada, era obvio que sería lo primero en preguntarme.

- Con muchas... eh sido así de... "perfecto", desde hace muchos años... ni yo mismo se hace
cuantos miles de años... no pretendo mentirte y prefiero decírtelo todo antes de que otra persona
te diga lo que eh hecho a lo largo de mi existencia aquí... - En verdad que soy un imbecil, me
parezco a Dante con Selinne, siempre detrás de ella, hablando con honestidad a todo lo que
pregunta, al menos Selinne es más inocente que Lucy.

Reí de forma pervertida al escucharlo.

-Mmm~ cochinoooo, cuantas cosas malitas debiste haber hecho.
Dije con voz burlona, realmente era para ocultar lo nerviosa que estaba, para mi estupida mente lo que acaba de decir Damien es un "Lucy sal de su habitación y vete a casa", pero cuando le eh obedecido.

-Me gustaría entenderte...
Me separe de él y salí de la cama, para ir a ver una mesa donde habían algunas cosas.

-Yo eh tenido novios, pero mas que novios eran amigos, a los que intentaba darle todo mi amor y cariño, la mayoría de ellos me creía una chica salvaje y se equivocaron, todos los novios que tuve duraron solo 3 o 4 días conmigo, luego me tiraron como basura, por no darles eso que tanto les gusta a los hombres. Damien... Si eres uno de esos dimelo ahora antes de que en verdad me enamore de ti!
Me di vuelta y lo mire a los ojos, esperaba la respuesta mas sincera de él.

La miré a los ojos, en verdad está chica me hace cambiar, no había sonreído sexy ninguna vez.

- Fuí de esos chicos, no lo puedo negar, pero... pero contigo es diferente, no siento ganas de
tenerte en mi cama si no... me gustaría tenerte abrazada... aquí conmigo, cerca, besarte cómo
no eh besado a otra... darte lo que ninguna otra ah tenido... pero que idiota me pongo...- dije
por primera vez en mi larga vida sonrojado.

La miré esperando su reacción, de verdad podría ser cualquiera...

Al escuchar lo primero que dijo sonreí feliz, pero cuando dijo "que idiota me pongo" no pude evitar largarme a reír a carcajadas, me pareció tan dulce, ahí me dieron unas ganas de apretarle las mejillas con fuerza, si es tan lindo.

-Damien eres tan lindo, tan tontamente lindo.
Si para mi era muy tonto tanta belleza en un hombre, corrí y me tire ensima de él me abrace con fuerza de su cuello.

-Te quiero te adoro, te amo!
esperen! estoy exagerando, lo conocí apenas hace un dia o dos y ya lo amo, bueno no es mentira, pero creo que debe reirse de mi.

-Y no miento.
Lamí su cuello, mi mirada por un momento se volvió lujuriosa, después de lamerlo lo bese y sonreí de lado. Pero en mi mente me reía como una niña pequeña, esto era un divertido juego.