Nuestra reina está aquí.

Vaya que Damien estaba enojado, se le notaba, April es una perra, no debería maltratar así a esos animales, es una puta, la mas puta de todas las que existen.
Desearía que dejara de ser así, la detesto, detesto sus malditos abusos, me recuerda tanto a la puta de mi madre, pero que puedo esperar, son demonios, somos un asco todos. Mire a Damien que me dijo que la cuidara.
Selinne, estoy seguro de que ella no necesita mi protección, puede destruir el mundo si se le plazca por que tiene el poder necesario para hacerlo, solo que aun no lo libera, o quizás no sabe controlarlo.
Pero estoy seguro de que daría mi vida por Selinne, después de todo es lo que mas amo en todo el universo.

-Sáquenla de aquí -Dije y Lucy me miro feo, claro debe pensar que me desagrada, pero la verdad quiero protegerla, los humanos son los que caen a los pies de los demonios, para April sera una dificultad un hibrido no son del todo inocentes, al igual que los vampiros y los licantropos, lo facil para un demonio son las criaturas inocentes, ángeles y humanos.

Me sorprendí mucho al ver como Seth alejaba a la chica de mi, no entiendo por que, no parece ser tan mala como dicen. Aunque por algún motivo, siento una fuerte sensación de que mi madre me pide alejarme de ella.
Damien me tomo en su hombro y lo mire enojada.

-Por que son tan descorteces, déjame saludarla Damien, o que va a robar mi alma, me va a chupar la sangre?! -Le dije con seriedad cuando escuche a Dante decir que me saquen de aquí, lo mire molesta. -Ok, no vengo nunca mas a este castillo! -Me intente soltar de Damien, pero es fuerte. Me lastimo la cruel forma de ser, aunque es mi culpa, ellos son demonios, si todos ellos deben serlo, que puedo esperar de un demonio, se supone que todos son malos.

-Bájame Damien, quiero irme sola... -Dije con voz apenada cuando mire los ojos de la mujer, quede paralizada, volví a recordar a mi madre ser asesinada por esa criatura, esa chica me había hecho acordarme de algo tan desgarrador, me puse a llorar sin dejar de mirarle los ojos.

Está chica si es testaruda maldita sea, miré a Asuka, se que ella también quiere salir
de aquí, suspiré y me acerqué a Lucy me miró de forma extraña y comencé a cantar en su oído, se quedo dormida de inmediato. Damien le sonrió a Asuka de forma...
¿Normal?, esta humana lo cambió en verdad, Asuka se acerco y la tomó sacándola.
Ahora podremos hablar.

- Bien April, sabemos que estás enojada, pero no tienes porqué desquitarte con ellas - y
es cierto, ellas no tienen nada que ver.

Ver a Lucy llorar hace que mi cuerpo me auto castigue, mi corazón se oprimió de tal
forma que jamás lo había sentido, no sabía si quiera que lo tenía, la bajé de mi hombro
y la acuné en mis brazos cómo a un bebé.
Seth se acercó a ella y le cantó algo al oído y ella cayó en un sueño profundo. Le sonreí
a Asuka pidiéndole que se acercara, ella lo hizo y tomó a Lucy.

- Gracias Asuka, llévala a mi habitación y quédate con ella por favor...- ¿Gracias, por
favor?, en verdad estoy loco, cada vez que Lucy está cerca soy otro, Asuka me miró
sorprendida pero sonriente y se la llevo ahora podría enfrentarme a esta perra sin que
Lucy la defienda.

Reí con ganas al verla llorar, al parecer tiene un trauma con los demonios, mis ojos
la pusieron mal un punto a mi favor, cómo siempre Seth tan melancólico con sus
canciones cursis, que asco.
Asuka se llevo a la humana, esa conejita quería escapar de todo esto, pero que extraña
por mil demonios.
¿Desquitarme con ellas? Soy un demonio, la Reina y se interpretar mi papel.

- Me dan asco, ¡Son demonio maldita sea! ¿En verdad sus chicas los han hecho amar y
conocer los buenos sentimientos? - Lo último lo dije con asco, ¿Cómo podían traicionar
así la raza?

Tome a Lucy, le sonreí a Damien, algo en mi dejaba de odiarlo, que liviana es esta humana, salí y le mire la cara, aun lloraba, estaba dormida pero lloraba y eso me dejaba mal, yo se lo que le paso, lo vi cuando me alimente de su alma, April con solo mirarla le hizo recordar eso, que maldita. Juro que, juro que protegeré a Lucy como pueda, después de todo ella me perdono y eso siempre me pesara.
Llegue a la habitación de Damien y la recosté hay, parece un ángel, no es una hibrida, pero si es hija de una y al parecer lo poco de ángel que tiene, lo tiene muy bien puesto.
Sonreí y me recosté a su lado, toque su frente e intente borrar sus recuerdos, pero al parecer los tiene mas que en su corazón, en el alma.

Los buenos sentimientos, que puta es.
Al conocer a Selinne conocí el verdadero placer.

-Cuando uno ama, disfruta el doble las cosas, la combinación de pecado y virtudes, hacen que el sentimiento sea mucho mas excitante. Lujuria mas amor, es simplemente la combinación perfecta, pero es algo que tu jamas conocerás. -Reí, es obvio, ella jamas amara a una persona, así que jamas sentirá el verdadero placer, ese que solo es capaz de darte la persona a la que amas, soy un demonio y disfruto mucho de mis pecados, pero solo con la chica que amo ahora y esa es Selinne. No soy mas ni menos Demonio para amarla.

-Deberías intentar amar, probarías el placer verdadero y no la simple mierda que sientes cuando te acuestas con cualquier rata asquerosa. -La mire con odio. -No juzgues el hecho de que amemos.

Reí con ganas, esto se convertiría en una pelea muy fácil.

- Me decepcionas tanto Dante, en verdad pensé que serías igual a Zafina, tú madre si
que es un orgullo, pensé de verdad que también lo serías después de todo te acostaste
con ella Dante...- Reí al ver su cara de odio, si eso, quiero saca al demonio y deja de lado
al puto romántico. Para está guerra no necesito un enamorado necesito un guerrero un
demonio verdadero. Y sé cómo sacarlo.

- ¡No nombres a esa perra! - Grité enojado, mis ojos estaban morados por completo, el
odio recorrió mi cuerpo mientras ella solo reía.

La imagen de Asuka con temor provocaba que me calmara, April de algún modo tiene
razón, ella es mi debilidad, Lucy la de Damien es obvio pero Dante... él tiene dos
debilidades la zorra de Zafina y Selinne, su amada Selinne.
April se está aprovechando de eso, cómo se nota que es la primera creación del diablo,
pero incluso ella debe tener algún punto débil, él único que solo tiene maldad en su
interior es el Diablo.

Dante estaba entrando en fase y eso no era bueno, tomé sus brazos, al menos tengo
mucha más fuerza que él cómo para tenerlo bien agarrado, el que saldrá lastimado
será él si se enfrenta a April. El poder de la zorra de mi hermana es demasiado incluso
para mi, pero no para los bloodline, aunque Seth sabe que no puede dañarla, si lo hace
nuestro padre será el que se vengue y la vuelva a poner en la tierra pero con más
fuerza, mucha más fuerza.

- April basta - Dije mirándola con Odio. Dante se movía demasiado, Seth trataba de
tranquilizarlo.

Perra Arpía de puta mierda, como se atreve, mis ojos estaban negros, el morado era demasiado profundo, mis colmillos salieron solos y mi sangre ardía, pedía la muerte de esa puta mierda.

-TE MATARE HIJA DE LAS MIL PUTAS. A ESA OTRA PERRA TAMBIÉN, ME ENCARGARE DE QUE NO LE QUEDEN GANAS DE EXISTIR, LAS ODIO, LAS ODIO PERRAS DE MIERDA!!!!! -Grite mirando el cielo del salón, rompiendo los vidrios, me tranquilice al pensar en ella, recordando como acaricia mi cabello con amor, no puedo, no quiero jamas convertirme en eso, no quiero que Selinne me vea así.
Me tranquilice y volví a mi forma normal de golpe, pero mi respiración era agitada, el odio que me corroe el cuerpo, como es capaz de nombrar a esa bastarda, a ambas, a ambas las deseo ver muy muertas.

Tenía bien firma a Dante, en verdad se desquitó con ella, mientras que la veía sólo
sonreír.

- Eso es lo que ella desea, que saquemos lo peor..- dije entendiéndola, en verdad la
entiendo, pero no puedo comportarme cómo se debe cuando ella está aquí.
Me giré y abrí los ojos cómo plato, la puerta del salón estaba abierta y ahí estaba
parada ella, se notaba el shock en sus ojos azules.

Reí con ganas viendo a Dante.

- Amo cuando te pones así de bestia Dante...- Me paré, ya había satisfacido mis ganas
de enojo, rabia, dolor y todo eso junto.

Miré la puerta y ahí estaba, la hija de la bellisima Simmonette Skyblood, Selinne, en
verdad es una belleza de chica y su mirada de shock era deliciosa, pase por su lado y le
tiré un beso, Seth me miró con rabia, reí con más ganas y desaparecí por los pasillos
que divertida sería mi estadía en este castillo.

Dante se estaba calmando, April le dijo una idiotez mientras se marchaba no quise
seguir viéndola, entonces me fije en Damien tenía la mirada fija en la puerta, miré
con pesar y ahí estaba, mucho antes de que April llegara a la puerta, Selinne, parada
en el marco mirando shockeada, April le tiró un beso y me miró, cómo la odio, en
verdad no tiene nada de corazón.

- Selinne...- No pude decir nada más, Dante volteó y pude notar cómo se quebraba por
dentro, de seguro Selinne a partir de ahora le tendría miedo.

Decidí dar una vuelta por el castillo en lo que esperaba a Dante, en verdad debe ser
muy importante si todos los demonios estaban en su salón, parece que llegaba la reina
o algo así, debe ser muy bella.
Caminaba por uno de los pasillos que conectan con el del salón de Amatista y sentí la
voz de Dante, caminé un poco más y lo que vi me dejo impresionada, era Dante, tenía
ira, odio, lo que dijo... nunca pensé que lo diría, él... él está herido, está mal, siente
tristeza su corazón no está bien.
Junto a mi pasó una chica morena, muy bella en verdad, debe ser ella por la que se
reunieron, pero, pero no le tome demasiada atención es Dante el que se ve mal, Seth
y Damien me miraban, luego Dante volteó y me miró con una tristeza infinita, se
lo que tengo que hacer.

- ¡Dante! - Corrí a él y lo abracé con mucha fuerza, tratando de darle protección, sé
que la necesita, sé que me necesita.

- ¿Qué pasó, porqué te sientes mal? - Le pregunté tomando su rostro - ¿Por qué tienes
tanta rabia, qué puedo hacer para ayudarte? - Lo miraba muy preocupada y el
solo con impresión, ¿Porqué estaba impresionado de qué yo corriera a ver cómo
estaba?

Cuando la perra de April dijo que amaba cuando me ponía de esa forma la ira me hizo estremecer el cuerpo, no podía haber mas odio en mi mirada, cuando note que Damien miro hacía la puerta, me voltee y estaba ella, shockeada, sentí como algo se partía dentro de mi pecho, ese deseo de querer morir y desaparecer para poder hacerla olvidar. Estaba apunto de llorar cuando la sentí correr hacía mi y me abrazo con fuerza, no esperaba eso, imagine que correría al pasillo y desearía no verme mas. Me aferre a su delgada cintura y la mire aun sorprendido.
Me pregunto por que estaba mal, por que tenía rabia, que podía hacer para ayudarme. La mire con pena y sonreí con dolor.

-Matarla... Si la matas podre estar en paz... -Luego cerré los ojos y tape mi cara en su vientre, desearía sentir así su aroma siempre.

Vi cómo Seth y Damien salían y cerraban la puerta, yo acariciaba el cabello de Dante
mientras trataba de tranquilizarlo, bese también su cabeza, ¿Matarla?

- Matar... ¿A quién? - Pregunté preocupada, en verdad no me gustaba verlo así, estaba
mal lo sé, y eso duele, duele que la persona que amas este así de mal.

seguí acariciando su cabello y Dante continuaba abrazado a mi vientre, trataba de
calmarlo, espero que funciones en verdad lo espero.

Quiero dormir estoy cansado, intentar dominar mi face 2 es demasiado para mi, no puedo con eso, no quiero mas de esto. Quiero simplemente descansar, las suaves caricias de Selinne me provocaban paz, son lo único que necesito, cuando me pregunto matar a quien, tengo deseos de pedírselo, pero no puedo.
Me separe de ella y la mire, aun había dolor en mi mirada.

-No es importante... Vamonos, no quiero estar mas en este salón, quiero dormir. -Le sonreí como pude y la tome de la mano. -La chica que salio, ella me hace daño, no te acerques a ella, por favor... No quiero perderte, no quiero perder lo único que me mantiene ahora en pie.

Lo besé transmitiéndole mi amor, jamás me perderá lo amo demasiado cómo para en
verdad yo perderle a él.

- Vamos a mi habitación, hay podrás descansar y pues... está mas cerca - Dije algo
apenada y le sonreí tomando su mano y dirigiéndolo a mi habitación, me daba algo de
vergüenza mostrársela, es tan rosada, tan niña y él... Dante es todo un hombre.