Una Bienvenida

Al gritarle a Dante, iba dispuesta a matarlo, a un demonio se le puede matar facil de una forma que solo yo se. Pero Selinne se puso en frente de el protegiendolo. Eso era un problema, a ella jamas la dañaria, así que me quede observando, cuando sentí las manos de Damien en mis hombros, el shock fue gigante, vi todo, todo lo que Damien había hecho estos 500 años, que repugnante ser, no puedo creer que ame a este vil ser, el trauma que sentía me hizo reaccionar, quite bruscamente las manos de Damien y escuche a Dante decirme lo que siempre pense que el pensaba de mi.

-Eres una simple mierda Dante.
Me tape la boca, nunca digo groserias, pero esta me salio del corazon.
Me fui a sentar, la loba nos gruñia demasiado y sabía que fue enviada por Alisa, pero... Pero era una loba acaricie su cabeza era el pelaje mas suave que eh tocado, mire a Alisa que me apuntaba un asiento y me fuí a sentar.
Damien me daba asco, pero aun así lo amaba, que idiota soy.

Los miré a todos preocupada, Scott no quería soltarme y Dante su lo hizo volteé y lo miré, era
una total hostilidad, me sentí mal debo decirlo, no me gusta que la personas peleen, miré a
Antonella, gruñía enseñando los colmillos, nunca la había visto gruñir, el otro demonio estaba
sorprendido al ver como Asuka se había separada cruelmente de él, pobre, ella esta enojada, no
debería desquitarse con él. Asuka acarició la cabeza de Antonella y ella movió la cola y la
acaricio con su cuerpo volviendo donde Alisa y volviendose humana de nuevo.
Dante me tomó de la mano y me llevo a la mesa mientras que Scott nos seguía de cerca.

- ¿A que se refería Asuka con orgías Dante? - le pregunte, tenía una leve idea de lo que eran pero
prefería asegurarme antes de juzgar.

Noté cómo Dominique se iba, pero no podía hacer nada, Selinne estaba metida en medio de todo
y el maldito demonio no la soltaba, escuche gruñir a Antonella, al mismo momento en que
Dante soltaba a Selinne y Asuka se soltaba de Damien, esta completamente enojado, ¿Desde
cuando es que Selinne conoce a este tipo?, todos se dirigieron a la mesa y el maldito ese volvió a
tomar a mi hermana, los seguí muy de cerca y me senté al otro lado de Selinne.

- No debiste ponerte en medio Selinne, es peligroso estar entre demonios, no me importa si
Asuka es mitad ángel, nunca te metas en una pelea y no me mires con esa cara, no tengo nada
contra ella, pero se lo que es pelear con odio - sentencié, casi nunca regaño a Selinne, pero esto
me saca de mi límite.

Asuka se soltó de mi con brusquedad y eso me sorprendió en verdad, pero ya lo arreglaría
después, ahora lo que más me interesaba era mi rubiecita, que al parecer se llama Selinne bello
nombre para una hermosura de su calibre, vi a la loba blanca acercarse a Alisa, y luego volver
a su forma humana, también una belleza, pero, no es loba de nacimiento, debieron haberla
mordido, que suerte el imbecil que la mordió primero. Me acerque a la mesa y me senté frente
de los tres, Dante, mi "querido amigo", Selinne, mi obsesión y Scott, el hijo de Simmonette,
ahora que lo miró, mi obsesión y Scott se parecen mucho, entonces estoy en lo correcto, ella es
hija de la vampiresa más tonta del mundo, enamorada de un arcángel, ¡Ja!, como si el imbécil
de Dios diera su bendición a algo tan impuro.

- Hola...- Le sonreí - Veo que no nos han presentado aun, mi nombre es Damien Moonblood,
encantado - Sonreí de lado mostrando mostrando una sonrisa perfecta, normalmente las derrite
veamos como comenzar a conquistar a este angelito.

Sentí la mano de Asuka en mi cabeza al momento en que la "discusión" termino, tu tacto era
cálido en verdad, me pasee por sus piernas acariciándola y luego observe a Alisa, me llamaba,
me acerque a ella y volví a mi forma humana, le sonreí sentándome junto a ella y fue cunado
vi a Selinne llegando a la mesa de la mano de un demonio, ¿Extraño?, claro que si.
Scott, claramente, no se veía para nada feliz con ello, vi cómo se sentó junto a Selinne y la
regañó, yo también lo hubiera hecho, pero eso solo le corresponde a él.
Damien se acerco a la mesa y se sentó frente a ellos, como siempre usando su coquetería,
realmente sabe sacarle mas un suspiro a una chica, pero Selinne se ve igual, nada de nada, en
verdad su inocencia es enorme... observe mejor y note como el demonio, Dante, estaba molesto
entonces, o Selinne es muy inocente o esta con el chico demonio, mejor conocido como Dante y
por eso no presta atención a la coquetería corporal de Damien, reí un poco.

- Creo que esta cena será entretenida... solo basta que llegue Franco para que esto sea una
tragicomedia...- reí con ganas y Alisa me miró mal, ups....

Antonella se volvio humana y se sento como siempre junto a mi, Damien como imagine se hizo el galan cosa que ni le funciono con Selinne, al parecer queria mucho a Dante y eso me aliviaba, no queria mas problemas.

-Al parecer hay un poco mas de paz...
Dije hasta que escuche el comentario de Antonella y frunci el ceño, siempre defiendo a Franco por que es mi primo y por que lo quiero mucho.

-No digas eso, no quiero mas peleas y tu Scott por favor cambia la cara.
Dije realmente seria.

Esa chica de delicioso aroma salio corriendo, miro mis ojos e hice que se desmayara, la saque del castillo, no es bueno para una humana estar entre tantos idiotas, sobre todo tales como esos demonios y esos hibridos falsos.
Al llevarla en mis brazos, su aroma me hizo oler su cuello, no se como controle mis impulsos, deseaba beber su sangre, con sabor a rosas de seguro.
En su cuerpo una esencia, pequeña que creo solo yo pude persibir me dijo claramente donde vivía ella, que lastima que esta hermosa chica viva en un lugar tan malo, llegue al burdel y las puertas fueron abiertas para mi y ella, la lleve a su habitacion guiada por una prostituta, que luego nos dejo solos, la recoste y ella desperto dije me nombre y me fue, pero antes de irme bese su mano y el sentir sus venas en mis labios me hizo estar mucho tiempo pegado a ella.
Ya terminando mi misión volví al castillo. Y entro a al comedor.

-Alisa, debiste presentarme antes a esa doncella de aroma a rosas, mis labios aun piden su sangre...
Sonreí de lado y los mire a todos con odio, mis ojos estaban rojos, la excitacion que dejo en mi Dominique, me tenía algo molesto. Ya que no pude morderla.
Cuantos hipocritas rodeando la mesa, como los odio a todos.

Me senté, las cosas que vi fueron horrible, el hecho de ver ese asqueroso deseo que tenía Damien por Selinne me lleno de pena, que lastima que ella este con Dante, pero al parecer su hermano la quiere e imagino que la protegera.

-Alisa, después me dejas robar un poco de tu alma?
Le pregunte y ella respondió sumamente feliz que si, parece gustarle el dolor, espero que no sea una masoquista no me gusta mucho dañar a las personas que apreció.
Al mirar a la puerta vi entrar al vampiro del que tanto habla Alisa. El tenia una brillante mirada con bellos ojos rojos.

-Es un gusto Franco Black...
Le sonreí amable, pero al parecer odia sin conocer a los demas, me gustaria tocarlo para saber mas de el.

Mire a Selinne, y le sonreí

-Prometo explicartelo luego...
Le susurre en el oído solo queria que ella escuchara.
Cuando Alisa dijo su comentario a Scott, guarde mi risa, era verdad ese chico queria matarme, y me daba gusto ser el provocador de su odio.
Hasta que entro ese imbecil, como odio a este vampiro, pero estaba pasado al olor de la chica, olia a rosas, quizás la violo o se alimento de ella, uno nunca sabe con estos vampiros, sobre todo con el.

-Y yo que te creía bueno, al parecer no perdiste el tiempo...
Le devolvi la mirada de odio que me dió.

Mire a Dante sin le sonreí en respuesta, luego miré a Damien, realmente es muy educado, le
sonreí.

- Hola, soy Selinne Skyblood, es un placer...- acercó su mano a la mía, pero Scott la apartó de un
manotazo, lo miré extrañada y el negó con la cabeza, me parecía extraño que estuviera tan
enojado, sentí la puerta abrirse y un olor a rosas me invadió, pero también el particular aroma
de Franco, voltee y ahí estaba, me miro duramente y aparte la mirada rápido, me fije en Scott
que se paró bruscamente al escucharlo hablar, ¿Porqué no podemos cenar en paz?

Selinne correspondió el saludo de Damien y el muy maldito quería tocarla, aparte su mano de
un manotazo, ¿Estaba enojado? si, lo estaba, sentí el olor a rosas nuevamente ¿Dominique?, no,
no podía ser ella, no era dulce, estaba combinado con un olor amargo, vi entrar por la puerta a
Franco, odio a ese idiota, nos mira como si fuésemos inferiores a él, pero él es el inferior,
¿Doncella con olor a rosas?, ¿Que sus labios piden su que?, !Se acabó a este hijo de puta yo lo
mató!

- ¿¡Qué mierda dijiste hijo de puta!?- Lancé mi silla lejos, sabía que mis ojos estaban
rojos, ese rojo que reclama sangre y la de él correrá esta noche, nadie tocaba lo mió dígase
mi hermana, Antonella y Dominique.

El maldito de Scott apartó mi mano de la de Selinne de un puto manotazo, vaya que tiene fuerza
el híbrido este, pero sé que si le hago algo Selinne no me hablaría y eso no esta en mis planes,
miré con fastidio cuando Franco entro por la puerta, el protegido de Alisa, el que nunca hace
nada mal, ya verá el momento en que lo maté, disfrutaré el torturarlo, lo eh visto muy bien,
Alisa ah preferido incluso a él que a Antonella y ella sigue a su lado fiel, que tonta, dijo algo
acerca de la chica con el olor a rosas y Scott se paró furioso, ese chico no controla su
temperamento, aunque yo también lo estaría si otro toca antes a mi obsesión, en ese momento
miré a Dante, tenía a Selinne abrazada por la cintura mientras alejaba un poco las sillas de lo
que sería una enorme pelea, lo miré con odio, si odio, yo la vi primero y será mía, promesa de
demonio.

- Hay Alisa, tu vampirito saldrá muerto de aquí, Scott en verdad está furioso, aunque es verdad
el chico no comparte, su hermana es como tú una Eternalblood, se entiende que la sangre de
ángel es la más deliciosa, pero ella es solo una híbrida de ángel y humano - Así es, me di
cuenta, una humana común no puede ser tan bellamente natural y su parecido con el idiota
de Miguel es enorme...

Me senté junto a Alisa y veía divertida como Damien inútilmente trataba de coquetear con
Selinne, tuve que contener mis carcajadas cuando Scott lo golpeó.
Sentí un olor a rosas impresionante, como el de Dominique, pero no, no era ella, también estaba
el inconfundible olor de Franco, que asco, mi nariz nunca lo ah soportado, entro hablándole a
Alisa sobre... ¿Sobre Dominique?, vi a Scott pararce furioso, aventó su silla lejos y le grito a
Franco, Selinne lo vió asustada y Dante la protegió automaticamente, aquí iba a correr sangre,
cuando recien iba a entrar en fase para volverme loba escuche a Damien, si tenía razón, pero...
¿Sangré de ángel?

- Scott siéntate, no te dejes llevar por las estupideces que dice - trate de calmarlo, no quería
volverme loba y herirlo... impresionante mente mis colmillos son lo único que pueden herirlo.

Dios por que haces esto?... Cual es el gusto de hacerme pasar malos ratos con los unicos seres que quiero, por que la vida es tan injusta conmigo...

-Ya... basta... por favor...
Suplique por primera vez con voz inocente, me dolía el corazon ver peliar a los seres que quiero, si protejo a Franco es por que de pequeño sufrio mucho y despues de todo es mi primo.

-Ok... La cena se termino!
Mira con lagrimas en los ojos a Asuka y le hice una reverencia como hacen los japoneses para disculparse.
Ya no queria mas. Me dirigi a la puerta y simplemente me fui, Franco me miro y siguio, pero antes le dijo algo a Scott, luego nos fuimos.

Al escuchar a ese demonio que esta en mi lista, preferi simplemente ignorar, había tenido un mal dia con Elissa y ahora queria cenar en paz, Scott me miraba con odio, claro tambien esa chica tenía un fuerte aroma a el, pero no significa que le pertenesca, aunque veo que el odio de su mirada es sincero, así que no me volvere a acercar a ella.

-No puedo decir que no soy un hijo de puta, pero de decir imagino que escuchastes bien, eres afortunado de tener a tal híbrida loca por ti.
Mire con seriedad y vi que Alisa daba termino a la cena, estaba llorando y odio detesto me enfurece verla llorar, no después de que ayudo a tantos como yo a sobrevivir. No despues que me salvo de la muerte.
Se paro y me miro, esa mirada era aquella que me pedía que la siguiera.

-No puedo decir que es un placer, pero es un gusto conocerte Asuka...
Dije mirándola y retomando mi camino con Alisa.

Alisa lloraba y eso me apreto el corazon con fuerza, pobrecita, realmente le molestan las peleas sobre todo cuando se trata de sus protegidos. Scott y Franco peleaban o mas bien Scott peleaba solo, pero me pareció bastante incomodo, cuando vi pararse a Alisa y dar por terminada la cena, no era la unica que se queria ir, yo tambien queria salir de esa pelea y ahora estaba dudando demasiado el hecho de venir a este castillo, creo que me ire a vivir al pueblo y visitare el castillo de vez en cuando.

-Bueno yo también me retiro...
Dije sonriente a la lobita y a Selinne, las únicas que me agradaron en verdad. Mire con odio a Dante y le lance un cuchillo que rozo su mejilla sin dañar su piel.
No mire ni me despedí de Damien, creo que nunca lo volveré a ver igual como antes.
Franco me miro y dijo que era un gusto conocerme, al menos algo de educación tiene.
Tambien salí con ellos del comedor.

Damien me miraba con odio, no es común en el hacerlo cuando no le doy exactamente motivos, pero eso hacía me odiaba.
Mire a Selinne que estaba preocupada de su hermano que peleaba con el vampiro, la tome de la cintura, solo para que se sintiera protegida, luego me acerque a su oído.

-No te preocupes, tu hermano sabrá llevar esto...
Susurre en su oído para darle tranquilidad, no me gustaba ver a mi sol nocturno triste, mucho menos preocupada de la forma en la que estaba.
Alisa se paro y dijo que la cena termino, se fue y detrás de ella también el vampiro, al mismo tiempo se paro Asuka y me lanzo un cuchillo, realmente había dejado de ser una niña, había aprendido a usar las armas, un poco mas cerca y pudo atravesar mi ojo, es inteligente, pero veo que no quiere dañar a mi Selinne.

Traté de no llorar al ver a Alisa tan mal, me gustaría ir con ella, pero no puedo acercarmele
cuando esta Franco, me acurruqué en el pecho de Dante, por un extraño motivo tiritaba, vi a
Scott sacar sus alas, debía estar muy molesto para mostrar esa parte ángel tan bella en él, salió
por uno de los enormes ventanales del comedor y desapareció en la oscuridad, me sentía triste,
vi a Antonella pararse con un rostro triste, salió por la puerta, de seguro iría a ver a Alisa,
Damien también se paro y salió, estábamos Dante y yo solos, y justo en ese momento pude llorar
con tranquilidad aferrándome a la camisa de Dante.

- No... no me... gus...gusta v...ver a...as...así a...a...S....Sc...Scott...- Comencé a sollozar y me
abracé mas fuerte a Dante.

La rabia y el odio me carcomían el alma, ese hijo de puta hizo que estallara, maldita sea, hice
que Alisa llorará, soy una basura, pero el maldito este me sacó de quicio y claro, ahora yo quede
cómo el malo aquí, pero no, esto no se quedará así, necesito salir, necesito estar solo, saqué mis
alas, le pedí perdón con la mirada a Antonella y ella me devolvió una leve sonrisa, miré a Dante
y él me devolvió la mirada, creo que debe entender que quiero que la cuide, y salí del maldito
castillo, ese lago es horrible, pero al menos puede estar solo, en paz.
Llegué y vi un árbol, genial algo con que desquitarme, le di un golpe con toda mi fuerza y el
árbol se salió de raíz llevándose otros diez con él, grite con rabia, necesitaba desahogarme.

Intenté no reírme de la situación, Alisa terminó llorando y todo por culpa de su protegido
favorito, pero vamos, no le dirá nada, vi a Asuka levantarse tras ella se despidió de las dos
chicas y a mi, ni siquiera me miró y eso me en verdad me hace gracia, vi a Scott salir de aquí
aun con una mirada furiosa, siendo un ángel no se permitirá hacerle daño a otros, que poco
divertio, vi a Antonella sonreírle con tristeza a mi bellisima Selinne y salir de allí, no tuve
mas opción que hacer lo mismo, Dante ya la tenía abrazada, me fuí de allí dándole un sonrisa
y seguí el olor de Asuka... veamos porque ya no se digna a hablarme esa pequeña emperatriz...

Alisa estaba triste y eso me dolía mucho, pero no podía hacer mucho si el idiota de Franco se fue
con ella primero, miré a Scott quien me miró disculpándose, lo entendí, me doy cuenta de las
cosas y al parecer a él le gusta Dominique y Franco es un bocon, Scott salió por uno de los
ventanales del comedor con sus bellísimas alas de ángel negro y desapareció en la oscuridad de
la noche, miré a Selinne y le sonreí con tristeza mientras me paraba y me iba, camine por el
pasillo en dirección a la habitación de Alisa, me transforme en loba solo para estar a su lado y
no tener que discutir con el otro idiota.

Mire con preocupación a Selinne, estaba mal y triste, Scott me miro e imagino que su pedido era que protegiera a Selinne, cosa tonta que me pidió, es la primera mujer que no deseo solamente de forma carnal, de alguna manera ahora estoy super desprotegido, la persona que me quiera hacer daño simplemente debe hacerle algo a Selinne, así solamente podrían destruirme, Selinne se abrazo con fuerza a mi, mientras lloraba y lamentaba ver a su hermano así, la abrace con fuerza, le intentaba dar la sensacion de que se sintiera protegida.
Bese su mano y la di un corto beso, para luego secar sus lagrimas.

-Esta bien, ahora debe querer estar solo, si quieres llorar me tendrás a mi para oirte.
La mire con amor, una mirada que jamas en mi vida había dado a alguien, creo que mañana haré algo para que Selinne confie mas en mi. Haré lo que un demonio jamas haría, me confesare al cura amigo de Selinne que me dijo Alisa.
Espero que eso le demuestre a Selinne que abandone totalmente a mi antiguo Dante y que ahora quiero partir mi vida de nuevo junto a ella.

Sentí los labios de Dante sobre los mios unos segundos y luego se separó y comenzó a secar mis lagrimas, él tiene razón Scott debe querer estar solo, no pensé que quisiera tanto a esa chica,
debe ser muy buena para que el sienta algo tan potente, seguía aferrada a Dante.

- No quiero que cambies...- dije aferrándome más a él - Quédate así siempre, ¿Si?, como eres
conmigo, por favor... que nunca pase por tu mente cambiar...- lo miré a los ojos, me sentía tan
protegida en sus brazos, tan fuertes tan protectores, me sentía tan frágil en ellos, como si
cualquiera intentase romperme pero sus brazos estarían ahí y me protegería...

Sonreí torcidamente, yo quería ir a confesarme para hacerla sentir bien y ella me estaba pidiendo que no cambie, quien las entiende... Mujeres son todo un dilema para mi.

-No cambiare contigo nunca... A menos que tu me des motivos para hacerlo.
La tome como una novia y le guiñe un ojo.

-Te dejare en tu habitación, luego ire a hablar con Damien, algo me dice que tendre muchos problemas con el... Ah! te quiero pedir que por favor no te acerques a el, no quiero perderte.
Dije serio, realmente me preocupaba ese tema.

Sonreí cuando me dijo que no cambiaría... pero, ¿Qué no le diera motivos?, mh... Dante es raro
aveces debe ser por todo lo que conoció, suspiré y sonreí nuevamente, él me tomó como princesa
y yo me aferre a su cuello, sentí su aroma masculino penetrar mis fosas nasales, y me
estremecí recordado el sabor de su sangre, realmente no hay remedio conmigo, no puedo evitar
beber sangre...
Dante me pidió que no me acercará a Damien, que no quería perderme, baje la mirada, ¿Acaso
no confiaba en mi?

- ¿Hice algo mal? - pregunté inmediatamente asustada, ¿Perderme?, hice algo mal, algo con
Damien, no lo creo, apenas lo conozco...