Una Bienvenida

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Sentí a Dante cansado, ocultado su rostro contra mi cuello, no recuerdo mucho de lo que hemos
hecho solo siento mi cuerpo extraño y una sensación agradable, pero dolorosa me recorría el
cuerpo, me pidió que me alejará de él, lo alejé un poco y vi sus ojos de un violeta oscuro, lo
abracé con fuerza dándole amor y lo bese con ternura, algo me decía que estaba mal.

- Dante... tranquilo, estoy bien...- lo volví a besar - Por favor, no cambies... quédate conmigo, se
que no dejarás que te domine...- le acaricia el rostro, mientras que veía sus ojos cambiar de a
poco.

Selinne me alejo un poco de ella, mi demonio mi monstruo interno me pedía salir y devorar lo que encontrara a su paso, yo no quería eso, Selinne es mi ángel y no quiero dañarla, la amo, la amo tanto que preferiría morir antes de hacerle verdadero daño.
Me abrazo y beso, su beso hizo que dejara de sentir la presión de querer liberar a mi demonio interior, por primera vez y espero que sea la ultima bote una lagrima de mis ojos, es la única vez que lo hago, llorar?... Eso jamas lo había sentido, yo nunca había llorado, sentir la vista nublada por el agua en tu ojo es horrible, pero a la vez aliviadero de gran manera.
El color de mis ojos volvía a la normalidad.

-Eres lo mejor... de este asqueroso universo, eres mi sol.
Tome su rostro y la bese apasionadamente, mientras las lagrimas de mis ojos no dejaban de caer. Volveré a repetir esto una y mil veces con Selinne, es mia y juro disfrutarla el resto de mi vida, junto con hacerla feliz para siempre.
Por mi mente paso rapidamente la imagen de Alisa, mire la mesa que destruí, ahora si que estaba en problemas y algo me decía que Selinne tambien.

Creí ver un lágrima al mismo momento en que Dante me abrazaba y decía que yo era su solo,
sonreí mientras tomaba mi rostro y me besaba, correspondí el beso, aunque como siempre un
poco torpe, aun sentía mi cuerpo dolorido, cuando me separé de él miré mi vestido y el desastre
del comedor, no puedo creer que hayamos hecho eso, Alisa no estará nada contenta, pero lo que
me preocupaba ahora era el hecho de salir casi desnuda hasta mi habitación, me sonrojé al
pensar que podía toparme con cualquiera.

- Vaya que desastre...- Intente pararme pero mis piernas flaquearon y caí al piso, las sentía
cómo gelatina, no podía pararme del piso, vaya que es extraño esto, no pensé que quedaría así
después de lo que hicimos,.

Selinne se separo de mi, ver el desastre para mi era un fuerte problema, Alisa enojada es peligrosa, es vengativa, es mala!
Reí por mi ridiculo pensamiento, un demonio no puede temer a una humana, pero Alisa si me daba miedo, creo que es la unica persona que me atemoriza.
Mire a Selinne estaba en el suelo, no podía pararse.
Fue rapido a tomarla en brazos como una novia.

-Yo te llevare a tu habitación al menos mi chaqueta te podrá tapar algo.
La puse sobre ella, no era mucho pero algo la tapaba.
Sonreí de lado mirandola, era una verdadera belleza, que cuerpo.
Me fui todo el camino admirandolo.